Una bruja te vio en las líneas de mi mano.
Serías el pino más grande de la casa
Este libro nos recuerda a nuestros pollitos de infancia, aves amadas y cuidadas con primor, algunos blancos, otros de colores, pintados en granjas, supermercados o fiestas infantiles; criaturas que aprendimos a cuidar; criaturas que desaparecieron del jardín de nuestra infancia y aparecieron servidas en un plato. “No ames/ lo que servirán en tu plato”, nos advierte desde el primer verso. Tanto dolor en tan pequeños cuerpos, animal y niña, niño y animal,
criaturas pequeñas al fin.
Pero hay algo más que (d)enuncia este libro. La tradición de matar, que nos enseñan desde la infancia en las cocinas.
Como si matar fuera sencillo y necesario. Como si no tuviéramos miedo a los cuchillos, las cuerdas y los disparos. “A las niñas que lloraban las corrían de los moles:/ por su llanto no se podían morir los animales”, escribe Daniela. Los animales que matamos es un libro que desata nudos. Nudos de llanto, nudos de cuerdas, nudos de cordones umbilicales, genomas y pétalos.
Doloroso y necesario, nos enfrenta como criaturas. Simplemente criaturas vivientes.
ELENA SALAMANCA
Autorización
Para descargar el libro de la autora en el enlace siguiente
https://edicionesomx.wordpress.com/wp-content/uploads/2024/11/los-animales-que-matamos-3-1.pdf
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