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La leyenda del puente de los duendes

En el municipio de Tehuacán, uno de los municipios más emblemáticos de Puebla, alberga una construcción de piedra, que a simple vista, se diseñó para una necesidad básica: permitir a los habitantes cruzar el río sin mojarse y transportar el cargamento de sus carretas con seguridad, pero, detrás de su arquitectura colonial , el puente esconde una leyenda.


Los guardianes del puente

Se dice que la antigua construcción y que data del siglo XVI, está habitada por duendes traviesos con un apetito por el engaño. Estas criaturas atraen a sus víctimas, sin importar su edad o género, y las arrastran bajo la estructura, en donde nunca regresan. Al parecer nadie que ha sido atrapado ha logrado escapar de estos seres, a excepción de un hombre que narró su vivencia.

 El testimonio

La historia trata de un hombre, conocido por su gusto por la copa y sus frecuentes fiestas. Así que una noche, tras una parranda con amigos, regresó a casa bajo el influjo del alcohól durante un frío invernal que lo golpeó. En su total embriaguez, decidió buscar leña cerca del puente de los duendes para encender una fogata.

La noche transitaba en su acostumbrada rutina; el susurro del viento y el lejano murmullo de las aguas corriendo en el río. Con su carga de leña a cuestas, caminando y a medida que se acercaba al puente, una serie de eventos extraños comenzaron a suceder. Primero, fue el cacareo de una gallina, luego, la sensación abrumadora de que el puente mismo se estaba derrumbando y fue entonces cuando la gallina se transformó en un diminuto ser, parecido a un duende que lo agarró por sorpresa y lo arrastró hacia un abismo oscuro que emergía debajo del puente. Aterrorizado pero con infinita fe, susurró lo que creía serían sus última oraciones y fue entonces que el duende retrocedió tras soltarlo y esconderse entre las sombras de la noche.

Cuando despertó, su primer pensamiento fue que había sido una pesadilla, una alucinación inducida por el alcohol. Pero las plumas blancas bañadas en sangre que cubrían su ropa reafirmaban como cierta su pesadilla nocturna.

La leyenda se sigue contando. Aunque pocos se atreven a visitarlo de noche.


La leyenda del puente de los duendes

p.d. Se cree que se trata del puente de San Lorenzo Teotipilco en Tehuacán, Puebla.

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