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CorrupciĆ³n en SDR

 Dos temas recurrentes en la SecretarĆ­a de Desarrollo Rural (SDR) son la manera en que la titular de la dependencia, Ana Laura Altamirano PĆ©rez ha convertido su oficina en una extensiĆ³n de su hogar, y su lista de consentidos y aviadores a los que paga 55 mil pesos mensuales bajo el esquema de lista raya, cifra que incluso supera lo que ganan sus subsecretarios.

Empleados de la dependencia narraron a este reportero cĆ³mo la secretaria tiene metida a su familia en las oficinas, a costa de reducir espacios al personal y apropiarse de algunas Ć”reas, aparatos y electrodomĆ©sticos, ampliando detalles de lo publicado aquĆ­ el pasado 13 de agosto.

De acuerdo con sus dichos, Ana Laura Altamirano aprovechĆ³ la pandemia para remodelar sus oficinas, para convertirlas en una ampliaciĆ³n de su casa con salas de trabajo para su pareja JosĆ© Carlos Padilla GarcĆ­a, y de estudio y entretenimiento para su menor hijo.

DesplazĆ³ a su secretario particular y ayudantes a un Ć”rea comĆŗn para montar ahĆ­ su despacho y sala de acuerdos. Su oficina, que era la misma que usaron sus antecesores Rodrigo Riestra PiƱa y Francisco Franco RodrĆ­guez Ɓlvarez, ahora es una sala de televisiĆ³n con los juguetes de su hijo.

La sala extra destinada para reuniones privadas y recepciones, hoy es el Ć”rea donde su hijo realiza tareas escolares y donde su familia puede ver una pantalla de 65 pulgadas con servicio exclusivo de internet y de plataformas de streaming pagadas por la SecretarĆ­a.

En este Ćŗltimo espacio se localiza el baƱo privado que en junio del aƱo pasado la secretaria mandĆ³ a remodelar por segunda vez comprando lavabo e inodoro nuevos.

En contraste los baƱos de la SDR no cuentan con servicio de limpieza, papel o jabĆ³n, ademĆ”s de ser insuficientes para el personal que labora en el edificio de la 22 Oriente y en las oficinas de la 26 Norte donde solo hay dos sanitarios, uno para mujeres y otro para hombres, para cerca de 150 empleados.

La zona del baƱo privado se conecta al pasillo de la entrada principal de la casona, misma que acaparĆ³ para su entrada y salida, y a la cocina privada con sus dos cocineras particulares. Una prepara los alimentos del dĆ­a y otra la comida para llevar.

La cocina se construyĆ³ sobre lo que antes era la OficialĆ­a de Partes y es un Ć”rea exclusiva para Ana Laura Altamirano y su nĆŗcleo familiar. Esta tiene un refrigerador de 16 pies, una estufa de seis hornillas, conexiĆ³n de gas natural, microondas, una mesa de trabajo y gabinetes que guardan todos los electrodomĆ©sticos mĆ”s populares (y costosos) como nutribullet, cafeteras Nespresso, freidora de aire, sartenes que se anuncian en televisiĆ³n y por supuesto, ingredientes de alta calidad que son suministrados cada fin de semana.

En contraste, los trabajadores no cuentan con un espacio digno para comer, preparar o calentar sus alimentos, por lo que Ć©stos tienen que salir a comer fuera de las instalaciones o hacerlo sobre sus mesas y escritorios contra todo protocolo de sanidad del propio gobierno.

La cabaƱa, Ć”rea que se adecuĆ³ en la gestiĆ³n de Franco RodrĆ­guez como un comedor comĆŗn para los empleados, que contaba con refrigerador, mesas, microondas y hasta una televisiĆ³n, es ahora una bodega de archivo y mesas plegables.

El refrigerador, incluso, fue entregado a Juana Jaqueline DĆ­az FernĆ”ndez, incondicional de la secretaria desde la Ciudad de MĆ©xico y que ahora es directora de Agricultura.

Aun asĆ­, el espacio de la llamada CabaƱa que tenĆ­a las mesas al aire libre, actualmente es un Ć”rea  semi privada para Ana Laura Altamirano y sus amigos, quienes organizan carnes asadas y fiestas a la que no pueden acercarse los empleados de la SecretarĆ­a.

Los consentidos

Dentro del equipo especial de la titular de la SDR se encuentra Roberto Ruiz Silva, quien fuera secretario de Desarrollo Rural en Morelos durante el gobierno Graco RamĆ­rez Garrido Abreu

Ruiz Silva fue una de las personas mĆ”s cercanas al exgobernador perredista que hasta se ha enfrascado en discusiones con el personal de la dependencia cuando alguien osa cuestionarlo por la corrupciĆ³n habida en su administraciĆ³n y que el mismo Silva asegura como “fueron cosas que todos hacen”.

Se encuentra contratado bajo esquema de lista de raya con un sueldo superior al de los subsecretarios, con ingreso de 55 mil pesos al mes, y su tarea consiste en elaborar tablas, resĆŗmenes, fichas informativas y reportes para los informes de Gobierno desde hace tres aƱos.

Si bien su participaciĆ³n se iba a limitar hasta 2021 cuando iba a ser diputado plurinominal en Morelos, quedĆ³ fuera ya que el PRD ni siquiera conservĆ³ el registro.

AdemĆ”s de eso, Roberto Ruiz ha sido seƱalado en varias ocasiones por acoso a mujeres que laboran dentro de la SecretarĆ­a, tanto de las instalaciones en la 26 Norte como las de la 22 Oriente, donde ha sido incĆ³moda su presencia y varias empleadas le han rehuido porque llega a abordarlas con abrazos y besos sin consentimiento.

Las quejas han llegado a la secretaria Altamirano, pero las ha minimizado con el argumento de que son chismes, ya que nadie tiene pruebas.

En el equipo especial tambiĆ©n estĆ” Julio Rosette Castro, con un sueldo de 55 mil pesos mensuales. Su rol es coordinar y liderar a un grupo nutrido de mĆ”s de 100 tĆ©cnicos de campo regados en todo el estado asignados a diferentes tareas y programas como el de Escuelas de Campo, que formalmente no existe ni tiene asignada una partida presupuestal. Eso lo hace no auditable.

Eso sĆ­ los tĆ©cnicos estĆ”n contratados por lista de raya con sueldos que van de los ocho mil 8 a los 15 mil pesos, siendo personal que no labora en las instalaciones, no checa su entrada en los sensores biomĆ©tricos, ni entrega comprobante de sus tareas.

Entre el personal de la SubsecretarĆ­a de Desarrollo Rural hay la fundada sospecha que en ese cuerpo de tĆ©cnicos hay aviadores de la secretaria Ana Laura Altamirano y de algunos de sus principales allegados.

De hecho, la lista de raya ha sido la caja chica de Altamirano desde su llegada, pues lo instituyĆ³ como el esquema de contrataciĆ³n por excelencia. La SecretarĆ­a tiene estructura de alrededor de 150 empleados entre directores, jefes de departamento, delegados y analistas, incluyendo los sindicalizados. No obstante, los trabajadores bajo el esquema de lista de raya son alrededor de 300 con sueldos que van de los 8 mil a los 55 mil pesos.

Esta lista de raya y cuĆ”nto debe ganar cada trabajadora o trabajador es totalmente decisiĆ³n de Ana Laura Altamirano. Ella decide cuĆ”nto gana cada persona basada en una decisiĆ³n totalmente discrecional y que nada tiene que ver con sus mĆ©ritos, estudios o currĆ­culum.

Esta lista de raya no incluye ningĆŗn tipo de prestaciĆ³n, mĆ”s que el aguinaldo a fin de aƱo. Los que cobran bajo esta modalidad no tienen seguro social, servicio mĆ©dico, ni ningĆŗn tipo de cotizaciĆ³n, pero sĆ­ incluye un pago de ISR de 20 por ciento.

De esta lista salen los salarios de los choferes y cocineras de la secretaria de Desarrollo Rural y tambiĆ©n el pago de la niƱera o nana de su hijo, de lo cual le informĆ© en este mismo blog el segundo domingo de agosto pasado.

e-consulta / Rodolfo Ruiz



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