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Conquista y ColonizaciĆ³n de CHOLULA

Por ing. JuliƔn Romero Tehuitzil

18 de Octubre 1519: HernƔn CortƩs


La "Matanza de Cholula", como es conocida en la historia de MĆ©xico.

PĆ”rrafos como aparecen en las diferentes referencias. 

Desde que la regiĆ³n fue supeditada a encomiendas, la ciudad se enfrentĆ³ a una nueva 

organizaciĆ³n espacial: tanto la Suma de Visitas de 1548 (REF 8).

Como la visita concreta hecha a la ciudad en 1564 (REF 9), y la descripciĆ³n que de ella nos dejĆ³ su 

corregidor en turno en el aƱo de 1581 (REF 10) coinciden en que la poblaciĆ³n de la ciudad se 

compactĆ³ en torno a seis barrios, en concordancia con la antigua distribuciĆ³n prehispĆ”nica de 

grupos Ć©tnicos y linajes. 

De esta manera, los barrios fueron bautizados bajo las advocaciones de Santos Patronos de la 

religiĆ³n conquistadora, sobreponiendo el nombre cristiano al topĆ³nimo indĆ­gena. 

AsĆ­ los Barrios -significativamente llamados Cabeceras en el mapa elaborado en 1581 por el 

corregidor Gabriel de Rojas- eran a saber:

1) San Miguel Tianquiznahuac

2) Santiago Mizquitla

3) San Juan Texpolco

4). San Pablo Tecama

5) Santa MarĆ­a Quauhtlan

6) San AndrƩs Colomoxco

.

Esta divisiĆ³n respondiĆ³ al seguimiento que los espaƱoles hicieron de las demarcaciones 

habitacionales prehispĆ”nicas, pertenecientes a los distintos linajes tolteca-chichimeca que se 

asentaron en la ciudad despuĆ©s de su migraciĆ³n desde las llanuras septentrionales.

Utilizando InformaciĆ³n que Paul Kirchhoff obtuvo del anĆ”lisis de uno de los mĆ”s completos 

documentos indĆ­genas sobre el poblamiento del valle se puede inferir que los barrios 

mencionados correspondieron a los espacios ocupados por cinco de los once. 

Grupos tolteca-chichimeca que se trasladaron de la parte norteƱa del altiplano central. 

Los Tianquiznauaca se concentraron en el Primero,

Los Mizquiteca en el Segundo,

Los Texpolca en el Tercero,

Los Quauteca en el Cuarto y Tecameca en el Quinto respectivamente. (REF 11). 

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Con respecto a los demĆ”s grupos, no se sabe su ubicaciĆ³n precisa: como pudieron establecerse 

en otras regiones del seƱorĆ­o, pudieron haberse asentado en otras comarcas del valle o, aun 

pudieron ser englobados por estos cinco “clanes geogrĆ”ficos", siendo esta Ćŗltima hipĆ³tesis la 

mĆ”s aceptada y la que sugiere el equipo de etnohistoriadores al que debemos la ediciĆ³n mĆ”s 

reciente y facultada de la Historia Tolteca-Chichimeca. (REF 12)

En relaciĆ³n a San AndrĆ©s Colomoxco, es probable que estĆ© relacionado con Colomochcatl, jefe 

de una de las ramas Ć©tnicas chololteca (REF 13).

SegĆŗn la crĆ³nica indĆ­gena del siglo XVI, este noble seƱor desterrĆ³ a un grupo mixteca-popoloca 

de las Ć”ridas sierras del sur y lo estableciĆ³ en la ciudad de Cholollan .alrededor del siglo XIII (no 

se sabe si como esclavos, tributarios o colonizadores). Se ha supuesto que ocuparon el Ć”rea al 

sur de la gran pirƔmide, precisamente donde se encuentra el barrio de San AndrƩs Colomoxco

(REF 14).

El hecho de referirse a estos barrios como "cabeceras" en la primera mitad del siglo XVI, hace 

pensar en un gobierno indĆ­gena compartido, donde los caciques locales de cada porciĆ³n de la 

ciudad mantenĆ­an autonomĆ­a con su poblaciĆ³n. Por su parte el hecho de abandonar tal 

denominaciĆ³n y adoptar el generalizado tĆ­tulo de "barrios" en los documentos de fines de ese 

siglo y subsiguientes, nos delata que la progresiva implantaciĆ³n de la estructura municipal para 

el gobierno indĆ­gena dio unidad a esta atomizaciĆ³n de poderes locales: por un lado la sede del 

cabildo indio localizada en el centro y los barrios sujetos por otro; No obstante los barrios 

mantuvieron su jurisdicciĆ³n territorial proyectado desde el mismo barrio mismo, integrante de la 

ciudad, hasta la frontera del distrito espaƱol, asĆ­ cada barrio siguiĆ³ siendo cabecera de barrio 

pueblos sujetos rotĆ”ndose sus dirigentes en el gobierno de toda la repĆŗblica.

Una escisiĆ³n en el ensamble Ć©tnico de Cholula hizo que los descendientes de un linaje 

denominado Tenenquihua obtuvieran canonjĆ­as espaƱolas y predominio polĆ­tico sobre todos los 

demĆ”s cacicazgos locales. 

Se sabe que ubicaba en la cabecera -barrio de San Juan Texpolco-. Consta en un lienzo 

indĆ­gena elaborado en la segunda mitad del siglo XVI (Mapa Cholula) que formaba parte de la 

fracciĆ³n chololteca aliada a los espaƱoles en contra de la Triple Alianza. Otra fracciĆ³n hostil 

habrĆ­a de sufrir la represiĆ³n del conquistador. 

La leyenda dice -y el mapa corrobora- que los nobles y guerreros chololteca habĆ­an hospedado a 

las huestes de CortĆ©s en su avance a Tenochtitlan con la condiciĆ³n de que permanecieran sus 

aliados tlaxcalteca acampados fuera de los lĆ­mites de la ciudad, y con la intenciĆ³n de tenderles 

una emboscada dentro de ella.

Los seƱores de Tenanquiahuac -rencorosos por su sometimiento al poderĆ­o mexica- no sĆ³lo se 

abstuvieron en cooperar en la celada, sino que alertaron a los espaƱoles de la treta de los 

dirigentes indios. 

El resultado fue lo que se ha llegado a acuƱar en la tradiciĆ³n popular como "la matanza de 

Cholula", de la que Torquemada cita seis mil indios victimados. El famoso lienzo de Tlaxcala y el 

mismo de Cholula dedican un espacio donde los tlacuilos consignaron el acontecimiento con 

cuerpos desmembrados y teocallis en llamas.

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Pero la "legendaria traiciĆ³n" no parĆ³ ahĆ­. La anciana esposa de un seƱor de la otra nobleza 

chololteca, la que desconfiaba de la amenazante tropa espaƱola, lo instigĆ³ a secundar a los de 

Tenanquiahuac; Ć©l se negĆ³ y ella no sĆ³lo fue·la voz que puso en alerta a CortĆ©s a travĆ©s de 

Malintzin sino que apuƱalĆ³ al tozudo, esposo; 

EI Mapa Cholula; en la descripciĆ³n pictogrĆ”fica de lo sucedido, coloca a la vieja india al centro: 

en dialogo con el capitƔn y su doncella intƩrprete.

AsĆ­ esta singular visionaria de la insalvable tragedia histĆ³rica, por suceder, es proclamada “Reina 

de Cholula'', bautizada con el nombre de daƱo MarĆ­a IlIamantecuhtli y mercedada con vastas 

tierras: " ... 

nuestra abuela lIamateuhctli; ella sola recibiĆ³ a CortĆ©s ... e lIamateuhctli descubriĆ³ la traiciĆ³n por 

allƔ en 1521 (sic)", escribƭan los seƱores de Tenanquiahuac al reversa del lienzo. (REF 15),

En consecuencia y gracias a esta delaciĆ³n, los hijos de dicho seƱorio fueran los que se 

alternaran el gobierno de la ciudad por lo menos hasta fines del siglo XVI; los Acapixahuatzin, los 

Chichimecayotl, los Tecuanhuehuetzin y, clara ... los lIamatecuhctli; (REF 16).

La inquietante presencia del ejĆ©rcito espaƱol fue entonces el catalizador que rompiĆ³ el equilibrio -

seguramente precario- de la jerarquizaciĆ³n del poder en la naciĆ³n mesoamericana.

En recompensa a las favores prestadas en la guerra de conquista, el Rey ordenĆ³ en 1535 se 

reconocieran los gobiernos de Cholula, es decir, la dirigencia de las referidas familias. 

Dos aƱos despuĆ©s, el conglomerado de indios fue honrado -por el misma personaje- con el 

otorgamiento de la categorĆ­a jurĆ­dica y nobiliaria, de Ciudad Real, bajo la advocaciĆ³n protectora 

de San Pedro ApĆ³stol y la asignaciĆ³n de un escuda de armas.

La misma cĆ©dula real concedĆ­a la mediciĆ³n de una legua de tierra por cada viento -desde su 

iglesia- para ejidos y propios de su comunidad.

AdemĆ”s, decretaba con el fin de propiciar "buena AdministraciĆ³n de justicia y buen Gobierno 

para que estĆ©n (en) policĆ­a las indios", se nombrase y confirmase por el Virrey''' ... 

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Cada aƱo un Gobernador, Alcaldes .ordinarios, Alguaciles, Mayor, Escribano y demĆ”s .oficiales 

de RepĆŗblica para que entren en consejo y hagan sus Cabildos y Ayuntamientos (en) la forma 

acostumbrada".

Mandaba por Ćŗltima, que las oficiales fueran caciques y principales electos a satisfacciĆ³n y 

confianza para prestarse a" … nuestra Real y Servicio" (REF 17). 

En otras palabras, las dirigentes de la nobleza prehispĆ”nica (los pocos sobrevivientes de la 

masacre) que gobernaban de antaƱo una inmensa superficie del otrora imperio chololteca, se 

tenĆ­an que conformar ahora con el gobierno de un Ć”rea de diez kilĆ³metros cuadrados!.. y eso en 

premio por las favores ofrecidos a la hazaƱosa empresa conquistadora. 

La unidad Ć©tnica que mantuvo la comarca antes de la llegada de las europeas, sufriĆ³ la misma 

fractura contundente que propiciĆ³ la divisiĆ³n polĆ­tica inspirada en el municipio ibĆ©rico, sobre las 

antiguas Ɣreas tribales de MesoamƩrica.

SĆ³lo la instituciĆ³n espaƱola del corregimiento tuvo lĆ­mites mĆ”s abarcadores en la regiĆ³n, pero 

siempre menares al gran dominio tribal.

El porquĆ© obtuvieran canonjĆ­as espaƱolas en el siglo XVI, San Miguel Tianquiznahuac y/o 

Tianguisnahuac Ć³ TianguisnĆ”huetl)

DoƱa MarĆ­a Ylamateuhtli, la misma que descubriera a los oĆ­dos de doƱa Marina la traiciĆ³n 

fraguada en Cholula contra los espaƱoles. Como natural desta ciudad fue descrita por CortĆ©s, al 

momento de susurrar el secreto de su confidencia a la intĆ©rprete india sobre “cĆ³mo muy cerquita 

de allĆ­ estaba mucha gente de Muctezuma junta [...] para nos matar a todos. CĆ³dice de Cholula

—Ćŗnicas fuentes que refieren su existencia—, se acercĆ³ a Malintzin para advertirle del ataque 

cholulteca hacia los conquistadores y ofrecerle su casa y la mano de su hijo para salvarla.

Bernal DĆ­az del Castillo escribiĆ³ en su texto Historia verdadera de la conquista de la Nueva 

EspaƱa lo siguiente:

Una india vieja, mujer de un cacique(…), como sabĆ­a el concierto y trama que tenĆ­an 

ordenado, vino secretamente a doƱa Marina, nuestra lengua [...] y aconsejĆ³ que se fuese 

con ella [a] su casa si querĆ­a escapar la vida, porque ciertamente aquella noche y otro 

dĆ­a nos habĆ­a de matar.

En el documento se encuentra una frase manuscrita que se lee textualmente:

“Ylamateuhtli, seƱora de Cholula, amiga de los nuestros”. Es lĆ³gico que la Ćŗltima palabra en esta 

oraciĆ³n aduladora se haya referido a los conquistadores espaƱoles.

Ya anciana cuando los espaƱoles arribaron, Ylamateuhtli era la esposa de Quetzalcouatzin

segĆŗn la interpretaciĆ³n paleogrĆ”fica del cĆ³dice original en papel de amate. (REF 18). gobernante 

de una unidad seƱorial secundaria de Cholula o parcialidad llamada Tenanquiahuac, no 

obstante, a la facciĆ³n que desconfiĆ³ profundamente de la presencia amenazante de los 

invasores.

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Sometimiento ColonizaciĆ³n de Cholula, 

en la Ʃpoca de la Nueva EspaƱa

Pareciera ser que nada ha cambiado en Cholula siempre el mismo sometimiento???????

En 1594 se concluyĆ³ la edificaciĆ³n de los portales que adornan todavĆ­a en la actualidad el lado 

poniente de la plaza. La arquerĆ­a de clĆ”sico modelo espaƱol, sirviĆ³ para la realizaciĆ³n de los 

mercados semanales.

De tal forma, tenemos que al concluir el siglo XVI Cholula terminaba por vestirse de ciudad 

occidental. 

De la antigua pompa Choluteca nada quedaba. 

Desde su conquista, el imponente centro ceremonial se fue reduciendo a algunos cerrillos

(edificios) de adobes deslavados a un lado de la gran pirĆ”mide, que ya para entonces tenĆ­a 

vegetaciĆ³n encima y servĆ­a de madriguera a conejos y vĆ­boras 

EI corregidor de la ciudad escribiĆ³ en 1581, apenas sesenta aƱos despuĆ©s de la invasiĆ³n por

toda la ciudad reliquias de otros muchos menores (cerillos) que con los edificios de las casas se 

han ido gastando como lo hacen hoy de las que hay.

Es innecesario decir que los espaƱoles residentes en Cholula tuvieron en torno a la explanada 

central su Ć”rea residencial. AquĆ©lla, tan caracterĆ­stica de las villas mediterrĆ”neas, "era 

primeramente la plaza de armas en la que se hacĆ­an periĆ³dicamente las demostraciones' o 

alardes. " del poder espaƱol.

La ciudad llegĆ³ a ser una expresiĆ³n muy acabada del sometimiento disciplinado, eficaz, pacĆ­fico 

y civilizado de la poblaciĆ³n indĆ­gena, siendo motivo de ufanaciĆ³n y paso obligado de la alta 

burocracia virreinal. 

El Mapa Cholula tiene inscrito el encuentro y entrevista del Virrey saliente D. Antonio de 

Mendoza con el entrante D. Luis de Velasco en 1550. La ciudad fue elegida para tan importante 

evento y no la prĆ³xima y seƱorial ciudad de La Puebla de Los Angeles.

Otras visitas distinguida fueron el Conde de la CoruƱa en 1580, que volviĆ³ a visitarla ciudad en 

1590 para recibir al MarquĆ©s de Villamanrique y darle las tradicionales instrucciones en el relevo 

del gobierno virreinal.

En las postrimerĆ­as del primer siglo colonial, la ciudad ya albergaba por lo menos a 83 familias 

espaƱolas y seguĆ­an llegando mĆ”s. 

El primer cuadro y un par de manzanas adentro constituĆ­a desde entonces el "CENTRO", 

tĆ©rmino sociologizante que diferenciaba al nĆŗcleo urbano espaƱol del contorno indĆ­gena y, mĆ”s 

bien rural de los barrios.

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Junto con el espaƱol, entrĆ³ un nuevo grupo Ć©tnico que fungĆ­a como objeto suntuario enaltecedor 

del status de la persona que lo consumĆ­a los negros en calidad de esclavos.

Arrancaba entonces un proceso de mezcla racial que conferĆ­a a la sociedad de Cholula un 

complicado rasgo estamental con el tiempo.

La ciudad se equipaba poco apoco de una infraestructura que' respondĆ­a a las requerimientos de 

su poblaciĆ³n blanca. Comercios con avĆ­as de consumo espaƱol se abrĆ­an paso junto a las 

tiendas "mestizas", ambas propiedad de espaƱoles;

Era el inicio de los talleres artesanales exclusivos de europeos, y cuando los obrajes perfilaban 

ya una fĆ©rrea servidumbre india hasta ser un rasgo distintivo de la ciudad y su regiĆ³n. A su vez, 

los hacendados espaƱoles comenzaban a disputarse el terreno, buscando o propiciando huecos 

entre los distritos Ć©tnicos para instalar sus empresas productivas.

Un indiscutible indicador de este reacomodo nos lo da el hecho de que entre 1590 y 1600, los 

indios se veĆ­an ya muy impelidos a replegarse. 

Las ventas de tierras indĆ­genas se dieron a razĆ³n de 300 pedazos en dicho decenio. SĆ³lo los 

caciques se deshicieron de casi 1530 hectƔreas de su patrimonio territorial, pasando casi todo a

manos espaƱolas.

Se daban los primeros pasos irreversibles hacia la desintegraciĆ³n Ć©tnica la pĆ©rdida del soporte 

material que daba motricidad a las relaciones intraƩtnicas.

"Para la etnia ( ... ) el territorio es 'tierra base de su subsistencia y el lugar donde entierran a sus 

muertos"71

El proceso habĆ­a comenzado. El germen de la hispanizaciĆ³n econĆ³mica, polĆ­tica, ideolĆ³gica, 

cultural y hasta arquitectĆ³nica de uno de los asentamientos indĆ­genas mĆ”s antiguos de AmĆ©rica, 

se encontraba ya depositado en su seno. Su desarrollo y empuje dependerĆ­an ahora de la 

contenciĆ³n que el indĆ­gena pudiera oponer y de la firmeza en el manejo de sus, lĆ­mites Ć©tnicos 

para no verse, desalojado de su propio Ɣmbito civiliza notorio.

Los pocos documentos de Cholula para el siglo XVII ubicado y consultado hasta la fecha por 

diversos especialistas, no permiten contemplar un panorama Ć­ntegro de la vida Choluteca en 

este periodo tan oscuro en la historiografia sobre la Nueva EspaƱa. Sin embargo, ellos dejan 

entrever la continuaciĆ³n de los procesos desintegradores de la, etnicidad indĆ­gena, la retracciĆ³n 

de las jurisdicciones Ć©tnicas y el debilitamiento de las instancias polĆ­ticas indias.

Estos fenĆ³menos -acordes con los aƱos en que se consolidaron, las instituciones coloniales y se 

estructuraron los dispositivos para una creciente transferencia de renta virreinal a la MetrĆ³polis

han reflejado en algunos acervos del Archivo General de la NaciĆ³n.

Una rĆ”pida ojeada de las manuscritos cholultecas (de 1602 a 1675 y 1693 a 1699) que han 

surgida al escudriƱar las Ramas de Indios, de Tierras y de Mercedes Reales, dan fe de la 

persistencia del repartimiento. De indios, la compulsiĆ³n con la que las obrajeros espaƱoles 

cautivaban mano de obra indĆ­gena, el despojo cometido por los peninsulares contra los bienes 

de las naturales ya fuera por la "escandalosa proliferaciĆ³n" del ganado y la gran propiedad 

territorial o al travĆ©s de la artimaƱa de las "composiciones", la ineficiencia de las disposiciones 

giradas por los virreyes para proteger a la comunidad indĆ­gena, la creciente exacciĆ³n tributaria y 

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el declive de la producciĆ³n y venta de grana por abuso de jueces, la intromisiĆ³n espaƱola en los 

asuntos de la repĆŗblica de indios, asĆ­ como la corrupciĆ³n de sus propias oficiales, y por Ćŗltimo ... 

la fatigada e interminable queja de los indios comuneros por todas estas arbitrariedades.

En fin, el siglo XVII siguiĆ³ agobiando la existencia de las antiguos detentadores de la comarca.

Pero esta historia de expoliaciĆ³n se contraponĆ­a la prosperidad y la bonanza de las empresarios 

espaƱoles que veĆ­an la transformaciĆ³n urbana con beneplĆ”cito.. El cronista A: de Vetancourt, 

hacia 1675, dirĆ­a: "hay, aunque sin torres con menos vecinos y caserĆ­as”, de recreaciĆ³n verla, 

tan bien adornada y de tanta frescura y arboleda hermoseada.

Los virreyes siguieron siendo recibidos por las complacientes habitantes blancos de la ciudad, 

que obligaban a la poblaciĆ³n indĆ­gena oprimida a mostrar reverencia y agasajar a sus 

excelentĆ­simas visitantes. 

AsĆ­ sucediĆ³ en 1640 cuando hizo su entrada a Cholula el Virrey MarquĆ©s de Villena y Duque de 

Escalona, en donde hubo arco triunfal de pinturas (..) hospedĆ”ndose su Excelencia, en el 

convento de San Francisco donde los religiosos lo recibieron con una religiosa comedia, mitotes 

y tocotines de lo principal de los indios. (hoy mayordomos, principales, etc. etc nada ha 

cambiado)

La fastuosidad de estos festejos llegĆ³ a oĆ­das de Carlos II, quien prohibiĆ³ en 1693 -

principalmente en Cholula- "a causa de las gastos excesivos que esto significaba y del 

empobrecimiento a las indios que daba lugar.

Esta historia continuara……..

(REF 8) Francisco del Paso y Troncoso, Papeles de Nueva EspaƱa, 2a. Serie, Vol. 1, Madrid 1905. 

(REF 9), Citado en F. Sholes y E.B. Adams, Sobre el modo de tributar de los indias de Nueva EspaƱa a su Majestad, MĆ©xico, JosĆ© PorrĆŗa e Hijos, 1968.

(REF 10) Rojas, op. cIt.

(REF 11). Kirchhoff, Los pueblos de la historia.

(REF 12). Kirchhoff, et. al, Historia Tolteca-Chichimeca ...

(REF 13) M. Olivera asevera que la tradicional reivindicaciĆ³n autonomista de esta cabecera puede remontarse a la Ć©poca del dominio olmeca-xicalanca; Mercedes Olivera, "La importancia 

religiosa en Cholula".

(REF 14), C. Reyes Garcia, 

(REF 15) Luis Reyes, "El mapa de Cholula" (traducciĆ³n y paleografĆ­a), mecanoescrito citado en Cayetano Reyes Garcla.

(REF 16)..Cfr. Slmons, op. cito

(REF 17). Agripina DĆ­az GarcĆ­a, "Las mayordomĆ­as en MĆ©xico, el caso especifico: San Pedro Cholula", Tesis de MaestrĆ­a en Ciencias AntropolĆ³gicas, MĆ©xico, ENAH, 1979.

(REF 18). Francisco GonzƔlez-Hermosillo Adams y Luis Reyes Garcƭa, op. cit., en prensa

Se despide su amigo ING JuliƔn Romero Tehuitzil

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