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En rectoria una figura decorativa

  

Fauna Política

Rectoría de una figura decorativa y ociosa

Por Rodolfo Herrera Charolet

Debido al proceso legal en el que se encuentra la Fundación,  el gobierno del Estado por su intromisión, creó otro patronato para que se encargara de la UDLAP. Éste patronato es presidido por Horacio Magaña Martínez, que fue designado por José Daniel Vázquez Millán, presidente de la Junta para el Cuidado de las Instituciones y Asistencia Privada del Estado de Puebla y de la Junta Asistencia Privada del Estado de Puebla, cuyo nombramiento recibió del gobernador del Estado Miguel Barbosa Huerta.

Hasta ese momento el desconocido Magaña, designó como rector de la universidad al político ex perredista, Armando Ríos Piter, compañero de Barbosa en el senado. Al respecto el gobernador aseguró que:

Sin duda que sí lo conozco, es mi amigo, fue parte de la coordinación de senadores que yo encabecé en el Senado anterior [...] es un hombre estudioso, inteligente, tiene dos carreras, la de abogado por la UNAM, la de economista por el ITAM, con maestrías y estudios de postgrados en Harvard”. (Proceso, 2021)

Este personaje de la política tiene algunos inconvenientes para desempeñar el cargo de rector, primero porque no cumple con los estatutos institucionales para el cargo, principalmente: carece de estudios de doctorado y el Consejo Empresarial no aprobó su selección (esto último lo indica el artículo cuarto del estatuto orgánico de la UDLAP).

Aun cuando la ley no hace distinción o acota a un perfil dichos nombramientos, debe señalarse que la toma de la universidad se realiza durante un litigio entre particulares, sin ser cosa juzgada. No existen nuevos estatutos del patronato creado desde el amparo del poder y por lo tanto, es cuestionable dicho nombramiento.

Tras medio año de irregularidades, el rector renunció de facto el 2 de febrero de 2022, tras adelantar dos días antes que “pediría” al presidente de la “Fundación” (la gobiernista) el retorno a clases. Al día siguiente se dio dicha respuesta con un exhorto del poder judicial. Sin cuidar la sana separación de poderes, se evidenció la sumisión de jueces al  ejecutivo del Estado.

El nombramiento de Ríos Peter, está motivado, principalmente, por ser un personaje amigo del gobernador y desempeñar esta responsabilidad, porque “tenía todas las credenciales”. Sin embargo hasta la fecha y después de su renuncia de facto, no se dijeron cuáles son dichas credenciales o capacidades académicas.

Dichas declaraciones, en cuanto al motivo o capacidad para la designación de dicho personaje, se acercan a las falacias ignoratio elenchi y petitio principii, porque evade demostrar y regresa a la premisa: fue seleccionado porque tiene las credenciales, y tanto las tiene que no hay tiempo para decirlas. Tras eso se dio una reseña general no relacionada con su nombramiento.

Dicho de otra forma, pero más simple, se da el nombramiento, porque es amigo, tiene credenciales, sean o no del agrado de la comunidad universitaria y en resumen; háganle como quieran… es el rector. Porque si la toma de la universidad fue por la fuerza, los nombramientos en cascada, desde el origen hasta el rectorado, son en esa medida, también por la fuerza, respaldados por la fuerza del Estado.

Pero dejando a un lado la preparación o capacidad académica del rector o del patronato o de quien los nombró. Uno de los movimientos que ocurrieron tras su apresurado nombramiento, fue el asunto de las cuentas bancarias que se protegieron para que la administración de Luis Ernesto Derbez Bautista no pudiera utilizarlas. El problema que esto causó fue la imposibilidad de pago de la nómina a los trabajadores de la UDLAP. Aunque Ríos Piter tenía los datos de los trabajadores y ante notario público, se entregaron a la rectoría los registros de la nómina para poder hacer la dispersión (Proceso_, 2021), el pagó se realizó con un día de retraso pero por la administración anterior, la de Derbez Bautista, en virtud de que un juez otorgó la suspensión provisional y con ella impedía el uso de las cuentas bancarias a la nueva rectoría. Este golpe dejó sin posibilidad de acceder a los recursos económicos de la Fundación, por parte de los intervencionistas. También el juez otorgó el control de la universidad, incluido la administración del campus, al patronato original.

Finalmente Ríos Piter renunció como rector de la UDLAP, el 8 de febrero de 2022, argumentando que el juicio ante tribunales sería largo y de varios años, además de que deseaba contribuir con el regreso de los estudiantes a sus clases presenciales.

¿Qué objeto tenía, pues, la rectoría de Ríos Peter sin un peso en la bolsa?

Sin duda una rectoría decorativa y ociosa.

¿O no lo cree usted?

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