En los 30´s del siglo XX fue colocado un reloj monumental en el lado sur del portal Guerrero, el cual fue derrumbado en la remodelación de la plaza de la Concordia, bajo la administración de Ramón Blanca GarcÃa en 1980.
Tras el desmantelamiento del reloj ubicado en el portal cholulteca, la maquina fue colocada en la parroquia de San Pedro, sin embargo no fue concluida la instalación, en virtud de que los contrapesos podrÃan dañar la estructura de los muros que requerÃan realizarse en aquella época. Por lo que la máquina quedó sin la "cuerda" necesaria para su funcionamiento.
Actualmente se desconoce si dicha máquina sigue en el lugar que fue colocada. En cuanto a las caratulas que eran de angulo y vidrio común fueron retiradas y vendidas como chatarra. Se presume que el reloj fue una manufactura de la famosa fábrica de relojes monumentales, El Centenario, propiedad en ese entonces de la familia Olvera-Charolet, empresa aún existente que ahora manejan los descendientes de dicha familia.
Lo importante de la maquinaria del reloj es su sistema de cuatro caratulas, poco común en relojes monumentales, en virtud de que la mayorÃa fueron colocados en fachadas de templos o monumentos con una o dos caratulas.
El INAH permitió su retiro en virtud de que dicho agregado no correspondÃa al diseño de la plaza y del portal, ni tenÃa valor histórico y los contrapesos dañaban parte de la estructura que si era colonial, por lo que fue destruida la pequeña torre que lo albergaba y retirados los contrapesos.
El INAH permitió su retiro en virtud de que dicho agregado no correspondÃa al diseño de la plaza y del portal, ni tenÃa valor histórico y los contrapesos dañaban parte de la estructura que si era colonial, por lo que fue destruida la pequeña torre que lo albergaba y retirados los contrapesos.
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