Manzanilla Acorralado
Por Rodolfo Herrera Charolet
El operador morenovallista
Fernando Manzanilla Prieto se encuentra acorralado entre los pasillos de la gubernatura,
su proyecto polÃtico personal no encaja en el nuevo barbosismo pragmático y
vengativo, en donde el hijo del gobernador Miguel Barbosa Huerta parece tomar
decisiones importantes de gobierno, aderezados con los susurros de su esposa
quien lo acompañó en sus dos campañas polÃticas hacia la gubernatura.
El pronóstico para Morena en el
2021 no es alentador a menos de 14 meses de que se inicie el proceso electoral
para el relevo de presidentes municipales, diputados locales y federales en
Puebla. El panorama apunta a un voto de castigo multitudinario, por el
desencanto que ha tenido la población en la falta de soluciones que fueron
prometidas. Por si acaso la conducta clientelar del gobierno federal podrÃa en
parte asegurar un voto cautivo de “simpatizantes” financiados por el erario.
Sin embargo la gran clase media que ha sido golpeada por la crisis económica y
en general la población por la inseguridad, ponen en entredicho la habilidad de
los gobernantes, uno en un proyecto transformador de enfrentamiento y división
nacional, el local sin un claro proyecto que está haciendo agua tras decisiones
económicas que afectan en parte al sector productivo y quienes no tienen acceso
a los programas asistenciales.
En cuanto a los factores externos
que afectan al barbosismo es la percepción polÃtica de que su gobierno no ha
resultado de beneficio a los poblanos, las decisiones económicas no han tenido
el respaldo de una operación polÃtica adecuada, de hecho el silencio del
Secretario de Gobernación va más allá de la discreción tras exhibir fallas
polÃticas en donde el gobernador queda expuesto.
Otros de los problemas externos y
no manipulables que enfrenta el gobierno de Miguel Barbosa es la idea peregrina
que la salud del mandatario se deteriora dÃa a dia, al grado de que se difunde
una percepción de que no concluirá el sexenio (cinco años más) o que el
gobierno será ejercido a voluntad de un cÃrculo cercano y no del propio
gobernante electo. Esta percepción de un estado precario de salud se alimenta
con el rumor que se esparce desde todos los niveles de gobierno, en donde
Manzanilla Prieto no ha establecido una estrategia para evitarlo, de hecho, no
hace caso a estos rumores que afectan la opinión pública.
Entre los factores internos que
afectan al barbosismo y que Fernando Manzanilla no ha logrado evitar, es la
complicidad de grupos y actores polÃticos que operaron a favor del
morenovallismo, aun cuando el aseo polÃtico no sea la mayor de las fortalezas,
los escándalos de corrupción y la falta de adecuada operación polÃticas de los “invitados”
a colaborar, evitan que el Secretario de Gobernación articule acciones de
estabilidad hacia el interior del gobierno. De hecho las destituciones de
reconocidos operadores priÃstas en la SecretarÃa de Gobernación vinculados con
el morenovallismo y beneficiados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto,
ponen en entredicho la lealtad de su titular.
Uno de los mayores problemas para
Fernando Manzanilla Prieto, son los compromisos con los operadores polÃticos
morenovallistas, que fueron incrustados o que permanecieron en sus partidos
para lograr el control en todo el Estado, por lo que no resulta ocioso
reconocer que en Tepeaca su operador recientemente destituido fuera presidente
municipal, diputado local y miembro vinculado con el zavalismo. En la Sierra
Norte, el expresidente municipal, es legislador federal y local y ex dirigente
de la CNOP, quien votó a favor de la reforma energética de Enrique Peña Nieto,
recientemente destituido fuera un operador a modo y fuertemente vinculado al gobierno
de la conveniencia. Qué decir del yerno de Rosario Robles Berlanga y ex
diputado federal, además de joven marinista que trabajó llevó tan pronto tomo
posesión como Secretario General de Gobierno en el gobierno interino.
Además de los morenovallistas
incrustados a lo largo y ancho de la entidad en diferentes posiciones de
gobierno, también los hay velando armas para candidaturas en el 2021, con Julio
Lorenzini Rangel en Cholula por la presidencia o el distrito federal o local.
Asà como en otras cabeceras municipales. La evidente relación de los operadores
y aspirantes con el morenovallismo favorecen la desconfianza en el cuñado del
senador y gobernadora extintos. Asà como la inadecuada operación polÃtica hacia
el interior de Morena.
La deficiente operación polÃtica
y de influencia hacia el interior del H. Congreso, también pone en entre dicho
la eficiencia de Manzanilla Prieto, en donde el operador del barbosismo es sin
duda su anterior aliado, Gabriel Biestro Medinilla, que estuvo más vinculado durante
el morenovallismo a Eukid Castañón Herrera que al propio Manzanilla. No se diga
de otro diputado aliado que ahora se encuentra en capilla, el petista José Juan
Espinosa Torres, de quien recibió durante su gobierno municipal un beneficio de
5 millones de pesos del programa de combate a la pobreza a su organización
Imagina México y ahora tiene el expediente y cronograma de acciones a realizar
para concretar su pérdida de fuero, aprehensión y enjuiciamiento, tan pronto el
escándalo mediático cause menos daño al barbosismo que ha sido evidenciado por
el legislador “suicida”.
En cuando al estado que guarda el
gobierno es desastroso, resulta más que evidente el constante cambio de rumbo y
la inseguridad que viven los miles de burócratas al servicio de la entidad. Por
primera vez en la historia democrática de Puebla, se habrán tenido a ocho gobernadores
en un periodo en seis años o uno por año en el caso de que Barbosa concluya su
mandato.
Sin pretender culpar a Manzanilla
Prieto de las malas decisiones, lo cierto es que el mayor problema que enfrenta
es el de credibilidad, que lo deteriora dÃa a dÃa. Asà que de mantenerse hasta
las elecciones de 2021 y que Barbosa no concluyera su mandato, serÃa el
inminente gobernador en funciones de conformidad con la Constitución PolÃtica
del Estado Libre y Soberano de Puebla. En estas circunstancias, ahora
escuchamos un clamor, Barbosa aguanta… aguanta al menos cinco años más, aunque
Manzanilla esté acorralado.
¿O no lo cree usted?
0 Comentarios