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Hasta 20 reos en una celda de 6 metros cuadrados

SAN PEDRO CHOLULA
Lunes, 10 de Abril de 2017 e-consulta | |Mariano Serrano
Un silencio total es lo que se percibe a las 06:00 am por los pasillos y los dormitorios del Centro de Reinserción de San Pedro Cholula. El ruido de las pisadas de los custodios sería lo único que podría despertar a los internos del sueño ligero, quienes ya se acostumbraron al hacinamiento de sus celdas.

Apenas en un espacio de 6 metros cuadrados entre 15 y 20 personas se acomodan para dormir en el suelo, tablas y los más privilegiados en colchonetas.

Con el horario de verano la luz del día aun no aparece, pero en la cocina ya hay mucha actividad. Cinco internos apuran la preparación de los alimentos - café, huevo, frijoles – para tener listo el desayuno.

Apenas un foco ilumina el área del comedor, en donde hay colchonetas, vigiladas por dos imágenes de la virgen de Guadalupe, custodiadas por 5 refrigeradores de refrescos y bañadas de un aroma a café con canela.

En un recorrido realizado por Municipios Puebla es posible pasar de la cocina, recorrer otros pasillos y llegar a la cancha de usos múltiples, en donde el reflejo de una luz amarillenta se guarda los juegos, pláticas, discusiones, riñas y muerte que allí se entretejen.

Una puerta adelante, de las más de las 5 aduanas que hay que pasar, están los dormitorios: 17 celdas en la plata baja, cerradas, con mantas y toallas en las puertas, como escondiéndose de la luz o tal vez del reportero que recorría las instalaciones.

Aun así, no se puede evitar que se observe el hacinamiento del penal de Cholula. Un cuerpo tras otro, compartiendo una cobija, en una porción de 6 metros cuadrados y tres camas de piedra por cuarto. El hacinamiento es tal, que aun sin entrar a la celda, se siente una danza de olores que se mezcla en el ambiente.



En el segundo piso el panorama no cambia, 17 celdas en las mismas condiciones.

No es posible tener un contacto directo con los reclusos, porque los directivos aseguran que podría alterar su estado de ánimo. 

Datos técnicos y números del inmueble son descriptivos de la situación que ahí impera: un edificio de tipo colonial, construido en 1810, exprofeso para que operara un hospital.

Fue hasta 1978 que fue reacondicionado para las labores penitenciarias, siendo inaugurado hasta 1981 teniendo las siguientes especificaciones:

Una capacidad para 147 internos, repartidos en 34 celdas en 2 plantas y 4 módulos.

En el módulo A hay dos plantas, celdas de la 101 a la 118, área de ingresos. En el segundo nivel las celdas van de la 201 a la 217, los cuartos tienen un espacio de 3.33 de ancho y 2.03 de largo, más 3 planchas de 90 cm de ancho por 2.03 de largo, elaboradas de concreto y utilizadas como cama para los internos.

Para el módulo B hay 2 niveles, las celdas no están numeradas pero tienen las mismas especificaciones anteriores.

El módulo C alberga dos celdas sin camas o planchas permanentes.



Mientras que el módulo D lo ocupa la sección femenil. Son dos plantas, las celdas no tienen numeración y cuentan con tres planchas 1.57 de largo por 80 cm de ancho, la última de las planchas solo cuenta con una elevación de 7 centímetros del piso.

La sobrepoblación en este centro penitenciario es superior al 300 por ciento si se toma en cuenta que actualmente hay 511 internos.

Entre los problemas más serios de este Centro de Reinserción Social se encuentra la drogadicción, siendo la marihuana y la cocaína las sustancias que más circulan entre la población. Se sabe que de los 511 internos el 30 por ciento tiene la necesidad de consumir una sustancia, lo que hace aún más fuerte el problema.

Es entonces cuando hace su aparición la extorsión, cuyo primer escenario es entre los custodios y los familiares. Las cantidades pueden variar dependiendo la cantidad de hierba o polvo que va a pasar.

El segundo escenario va de los custodios a los internos en donde las tajadas son más grandes y el último escenario se centra en la distribución de esas las ganancias con los directivos.

Pero eso no es todo, pues el centro penitenciario se convierte en una mina de oro con todos los negocios que hay al interior en los que para ser concesionario se tienen que dar 30 mil pesos semanarios para no ser molestado y obtener ciertos privilegios.

Siendo esta una de las revelaciones que hace Marco de la Calleja en una entrevista solicitada a los portales Municipios Puebla y E-Consulta.

Todos los servicios en el penal de Cholula están concesionados, entre los que destacan lavandería, ferretería, planchado, carpintería, peluquería y tarjetas telefónicas, así como las dos tiendas y el servicio de comida.

Lo mismo pasa con los servicios de Salud. El área médica es apenas un botiquín para este tamaño de población, en el que hay enfermedades crónico degenerativas, generales y de especialidad como VIH, entre otras. Y con medidas higiénica básicas pero que no garantizan nada de salubridad.


La recomendación de derechos humanos

La CDHE constató en la recomendación número 19/2015, fechada el 30 de noviembre del 2015, que las condiciones en elCereso de San Pedro Cholula vulneran los Derechos Humanos, la seguridad jurídica, trato digno y la integridad de la población penitenciaria, al encontrar de 17 a 20 personas ocupando una celda.

Hasta el 10 de abril de 2015 la población penitenciaria era de 669 reos, de los cuales eran 618 hombres y 51 mujeres.

El Cereso de San Pedro Cholula da un servicio penitenciario a 13 municipios de la región entre los que se encuentran San Pedro Cholula, Calpan, Tlaltenango, San Miguel Xoxtla, Coronango , Cuautlancingo, Juan C Bonilla, San Clara Ocoyucan, San Nicolás de los Rachos, San Andrés Cholula, San Gregorio Atzompan y Santa Isabel Cholula.


El problema político

Ante esta problemática el cabildo de San Pedro Cholula aprobó iniciar el procedimiento administrativo para entregar en comodato al Gobierno del Estado el edificio, la operación y el mantenimiento del centro penitenciario. Situación que desencadenó diferencias entre los dos ámbitos de gobierno.

Esto llevó al Congreso del Estado a que el 4 de febrero 2016 aprobara una línea de crédito por la cantidad de 50 millones de pesos para la construcción de un nuevo Cereso en la zona de San Pedro Cholula.

Por esta razón, el uno de junio 2015 el Ayuntamiento de San Pedro Cholula, notificó a la dirección del Cereso de Cholula, a cargo de Consuelo Reyes Rojas, al secretario general de gobierno en ese momento Jorge Benito Cruz Bermúdez, y al ex secretario de seguridad pública Facundo Rosas, la entrega en comodato de las instalaciones y administración de este Centro Penitenciario.

Sin embargo la Dirección General de Centros de Reinserción Social rechazó la petición y por el contrario solicitó al gobierno municipal que propusiera a los internos susceptibles de traslado a otro centro penitenciario para la despresurización del penal.

Actualmente la operación del Penal de San Pedro Cholula asciende a 4 millones 422 mil pesos.

Piden re ubicación de reos
2017 0412 | Para reducir la cantidad de internos del Centro de Reinserción Social, el gobierno municipal de San Pedro Cholula solicitará la reubicación de los reos de alta peligrosidad y trabaja en mejorar la convivencia al interior del edificio a fin de prevenir un intento de evasión o motín.

El director de Gobernación, Carlos Ponce Quijano, reconoció que en tanto el gobierno estatal autoriza la construcción del nuevo penal regional y el tiempo que transcurrirá para el desarrollo de esta obra, es necesario poner en marcha medidas inmediatas para mejorar la estancia y seguridad de los presos.

Después que e-consulta reveló que hasta 20 convictos conviven en una misma celda y que es frecuente el uso de droga entre ellos, Ponce Quijano recordó que el gobierno estatal tiene la obligación constitucional de hacerse cargo de este reclusorio, pero hasta el momento ha rechazado esta responsabilidad.

Ante la negativa, el ayuntamiento, dentro de sus facultades, enfoca sus esfuerzos a mantener una buena convivencia entre los internos, a través de actividades que aceleran su readaptación y mejora su estabilidad emocional.

Al mismo tiempo, el equipo jurídico del Centro de Reinserción Social estudia los expedientes de los reos para solicitar su traslado a penales de mayor seguridad.

Al respecto, el director de Gobernación, recordó que la Dirección General de Ceresos ha reubicado a treinta presos en los últimos dos meses.

Sin embargo, esa cantidad es insuficiente porque el hacinamiento es cada vez mayor, pues, recordó, el edificio fue adaptado para albergar a 150 personas y, en promedio, lo habitan alrededor de 500.

Carlos Ponce Quijano resaltó que la sobrepoblación dificulta mantener un control total al interior del penal regional. No obstante, se aplican los protocolos necesarios para impedir el tráfico de drogas, objetos prohibidos, extorsiones o venta de espacios.

Reconoció que existe la posibilidad de que ocurra alguna de estas irregularidades, pero sostuvo que los custodios tienen la instrucción de combatirlos en cuanto los detectan.

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