2016 0704 | Un hombre fue baleado por varios sujetos en San Francisco Totimehuacán, quedando gravemente herido al interior de su auto.
Las primeras versiones apuntan a que un grupo de hombres habrían interceptado a la víctima a unas cuantas cuadras de la presidencia auxiliar para luego dispararle en repetidas ocasiones
Por fortuna el hombre, que presenta cuatro impactos de bala, sobrevivió por lo que fue atendido por cruz roja y luego trasladado a un nosocomio de la ciudad.
Criminología
Una historia más, ¿casualidad o evasión de la realidad?
Por Verónica Arroyo*
Hoy me gustaría que fuera diferente, sería grato platicarles una historia sobre un profesionista cuya labor ha apoyado enormemente a la sociedad; o contarles sobre una madre quien cuida y protege a sus gemelos recién nacidos. En fin, quisiera relatarles historias magníficas, hermosas, quizá ficticias. Pero la realidad es otra, nuestra realidad social es diferente, no siempre se cuentan historias de vida llenas de amor, comprensión, oportunidades y felicidad. La historia que hoy les contaré no es una de ellas, paradójicamente es una en donde el deber de cuidado, las ansias de protección y el deseo de evitar ver sufrir a los hijos, es algo que no se presentó.
Se trata de una mujer de cuarenta y seis años más o menos. La forma en que fue concebido no fue muy grata para su madre, quien fue abusada sexualmente y abandonada con una hija en su vientre. Al verse en tal situación, decidió unirse con un hombre que pudiera mantenerla a ella y a la hija que siempre le recordaría el abuso sexual del cual fue víctima. Nació y compartió su vida con tres medios hermanos más, quienes, junto con su padrastro, todos alcohólicos y violentos, se dedicaron a desquitar su ira y su repudio hacia la vida contra ella y la culpable de su existencia, su madre, quien a su vez, se enfurecía pues la culpaba por toda su desgracia, según decía.
Cuando tenía siete años, la misma historia de su madre, ella la vivió. Fue violada por su padrastro, quien decidió señalarla por ser la responsable de seducirle para tener relaciones sexuales con ella. Historia que su madre decidió creer.
Ella creció y se juntó con el hombre de quien tendría su primera hija. La abandonó. Se juntó con otro hombre, con quien tuvo tres hijos más.
La misma historia se repitió. Su concubino abusó sexualmente de su hija, y no conforme con haber satisfecho su deseo, decidió abusar sexualmente de sus tres hijos, y sin estar satisfecho, obligaba a sus propios hijos, a tener relaciones sexuales. Al parecer, ya podía satisfacer su perversión sexual.
Cuando su propia hija le comenta a su madre, ella no cree y afirma que es ella, una niña de ocho años, quien lo seduce y además, disfruta de aquello. Al parecer tampoco cree las historias semejantes de los tres hijos que concibió con su pareja, refiriendo la misma situación, ellos serían los que lo seducirían y quienes disfrutaban de aquellos encuentros carnales, aún entre ellos.
Su valentía fue impresionante, es decir, no puedo imaginarme a una niña de ocho años huyendo de su casa con su tía para contarle todo, y juntas decidir denunciar al responsable de tal conducta.
La función del Ministerio Público es valorar la veracidad de los hechos narrados y darle seguimiento procedimental y detener a los responsables. Y así sucedió, detuvieron al padrastro y a su concubina. Sus declaraciones son impresionantes, ella refirió que era cierto, que incluso se percataba de los momentos en que su concubino tenía relaciones sexuales con su hijastra, pero responsabilizaba a su propia hija de ser quien lo seducía, además, no haría nada porque entonces, ¿quién se encargaría de los gastos de la casa?
Él refirió que no era cierto, que incluso en algunas ocasiones notaba cómo uno de sus hijos intentaba abusar de su hermana. Culpaba a la televisión de ser la responsable de tales conductas.
Las historias eran contradictorias y aberrantes al mismo tiempo. Fueron detenidos ambos y sentenciados a una pena de cuarenta y seis años de prisión, misma que se modificó a veintitrés. Los primeros años, se encontraban en la misma cárcel e incluso solicitaban permiso para encontrarse de vez en cuando. Posteriormente, lo trasladaron a otra cárcel. Ya no pueden comunicarse.
Ella es una mujer común y corriente, me imaginaba su rostro extravagante, con arrugas por doquier y mirada penetrante, con marcas en la cara y deseos de gritarme palabras ofensivas. Pero fue distinto, su rostro sólo tenía algunas arrugas en la frente y en medio de las cejas, lloraba de vez en vez y respondía a todo lo que se le preguntaba, pero al hablar de lo ocurrido bajaba la voz, fue evasiva e incluso cambió sus relatos una y otra vez, ¿qué versión debía creerle?, es decir, después de haber sido producto de una violación y ser violada casi a la misma edad que su hija lo fue, ¿por qué no creerle entonces, por qué culparla?
Sus hermanos evitan las visitas, pues la culpan de estar ahí y creen que es justo. Su madre, del mismo modo, prefiere no ir y se justifica manifestando que primero son los hijos, ¿paradoja?
Ella sólo llora y se ve confundida, se pregunta qué pensarán sus hijos de ella, si es buena o es mala, aún cuando la visitan le siguen reprochando su actuar.
Muchas dudas y preguntas vienen a mi cabeza, ¿fue más importante solventar los gastos que permitir que su cónyuge abusara sexualmente de sus hijos?, ¿por qué no creerle a su hija, cuando ella misma sufrió lo mismo casi a la misma edad que su hija?
Entonces, la intensión sería evadir su propia realidad que se refleja como un espejo en su propia hija. Evadir que ella misma fue violada y que del mismo modo lo fue su hija. No querer afrontar el sufrimiento que le recuerda el sólo hecho de observarla y mirar en sus ojos la tortura que vivió.
O quizá, ese era el hombre a quien ella estaba buscando, un hombre agresivo e impulsivo, el mismo que le recordara su vida pasada. Esa fuerte necesidad de sentirse pisoteada, para que al final, ese mismo la levante. Lo cual, lamentablemente, no sucedió.
Pero talvez, sólo es una casualidad, como sería el encontrarte en medio de la lluvia con aquella persona que era tu pareja en el pasado y que ahora está decidido a recuperarte; como ir caminando y encontrarte un fajo de billetes justo cuando tienes una multa que pagar, pero a la vez sabes que es tu deber devolverlo.
El individuo es concebido, nace y crece en diversos ambientes, su desarrollo suele estar condicionado por elementos sociales y económicos, mismos que lo sitúan en escenarios de interacción acordes a esas características. No existe la posibilidad de elegir el medio de desenvolvimiento, o al menos, al momento de ser infante no mucha.
Aquella mujer no decidió ser producto de una violación, que ella fuera violentada de la misma manera, y mucho menos que su hija también lo fuera, quizá hubiera elegido otro escenario pero su realidad es esta, hoy, la cárcel, mañana, ni ella lo sabe.
Y al final de nuestra plática, justo cuando voy llegando a mi conclusión, sólo dice “disculpen el mal rato que les hice pasar”.
Gracias por leerme.
*Abogada, Criminóloga y Criminalista
Comentarios: 22.25.34.05.30 y acc_veronica@hotmail.com
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