Los escándalos por abusos sexuales de curas y la manera de encubrirlos se ha convertido en uno de los más graves problemas de la institución católica.
El sacerdote pederasta Gerardo Silvestre Hernández, preso desde el 29 de noviembre de 2013 en el Centro de Reinserción Social número 12 con sede en Tlaxiaco, Oaxaca, está a la espera de que le dicten sentencia por el delito de corrupción de menores cometido contra dos niños de la comunidad indígena de Villa Alta ubicada en la Sierra Norte de la entidad.
No obstante, se estima que el número de las víctimas abusadas por Hernández –removido de diversas comunidades indígenas y exculpado desde el Vaticano en febrero de 2011– podría ser mayor a cien, de acuerdo con comunicado del Foro Oaxaqueño de la Niñez (Foni).
Dicha agrupación anunció que alista una conferencia de prensa sobre pederastia clerical contra niños indígenas de la entidad, en el marco de la próxima visita del papa Francisco a nuestro país.
La actividad se realizará el próximo martes 26 en las instalaciones del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), en el centro de la capital de ese estado.
En la conferencia participarán el exsacerdote y activista Alberto Athié, quien ha denunciado y acompañado diversos casos de pederastia clerical en el país, y Apolonio Merino, el cura que en noviembre pasado denunció que fue suspendido por las autoridades eclesiales de Oaxaca tras haber escuchado a víctimas de ese delito.
También estará presente Alejandro de Jesús, integrante de la red Foni, que desde hace más de dos años ha exigido justicia para los niños víctimas de Silvestre Hernández, acusado del delito corrupción de menores de 18 años previsto por las fracciones II y V del artículo 194 del Código Penal de Estado de Oaxaca.
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