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Familiares exigen justicia

Familiares de los dos encuestadores que fueron linchados y quemados por habitantes del Ajalpan exigieron a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) que recaiga todo el peso de la ley sobre los responsables del acto de barbarie que cometieron José Abraham y Rey David, quienes fueron a ese municipio para trabajar solo cuatro días y percibir 2 mil pesos cada uno.

José Abraham y Rey David, de apellidos Copado Molina, de 30 y 49 años de edad respectivamente estuvieron durante la mañana del domingo pasado con su familia, de la cual se despidieron por la tarde, pues se trasladaron a la ciudad de Ajalpan por indicaciones de la empresa Marketing Research & Services SA de CV, en la cual trabajaban desde hace varios meses.

Elsa García González, esposa de Rey David, con el cual tienen unos cuates de 2 años de edad, aun pudo comunicarse con su esposo la noche del pasado domingo, indicándole que estaban hospedados en un pequeño hotel en la ciudad ajalpeña y que iniciarían sus encuestas a negocios que elaboran tortillas, indicándole que al siguiente día se comunicaría nuevamente.

Explicó que el lunes por la mañana, aun pudo saber cómo se encontraba, pues desde días antes presentaba un dolor de espalda, pero al llamarle a su teléfono por la tarde ya no les contestó su esposo y su cuñado, por lo que insistió en la noche sin tener una respuesta, fue hasta el martes por la mañana que después de seguir llamando, recibió una llamada de la empresa donde trabajaba su marido para preguntarles sobre cosas personales, lo que la llevó a pensar que algo había pasado.

El representante de Marketing Research & Services SA de CV le informó lo que había habían muerto tanto su esposo como su cuñado, por lo que aviso a otros familiares y a su suegra para trasladarse a esta ciudad donde identificó los cuerpos se encontraban en el anfiteatro.

Felipe Ángel Copado Molina, hermano de los finados, dijo que aún no daba crédito a lo que había visto en el internet, por lo que calificó esto como un acto de barbarie de los jóvenes que no solo se conformaron con golpearlo hasta la muerte, sino de prenderles fuego, por lo que exigió públicamente justicia a las autoridades del estado.

"Quiero que se le aplique todo el peso de la ley a quienes le quitaron la vida a mis hermanos, ni modos que esto se quede así", dijo Felipe Ángel Copado.

Llegando acompañados de representantes de la empresa en la que trabajan José Abraham y Rey David, Manuel Luviano, compañero de trabajo, manifestó que por un sorteo entre sus compañeros les había tocado el municipio de Ajalpan, por estar en una zona rural, por lo que solo permanecerían cuatro días encuestando, recibiendo la cantidad de 500 pesos diarios.

Comentó que siempre han trabajado con este riesgo en ciudades de mucho más peligro como Ciudad Juárez, pero nunca habían tenido un problema como el que se les presento en Ajalpan y lamentó que sus compañeros tuvieran una muerte de este tipo, por lo que confirmaba que solo se trataba de personas de trabajo que tratan de vivir con un salario limitado y que nunca pensaban cometer un delito.


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