Presidente municipal en la procesión de los faroles
2014-09-01 | Nuevamente el Presidente Municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, se distinguió el dÃa de hoy al enfrentar a mayordomos y población cholulteca en la Procesión de los Faroles, que se retrasó por una hora por la negativa del presidente de retirarse de entre la población.
Acompañado de su esposa Nancy de la Sierra Arámburu, delegada federal PRIÃsta del programa portunidades, tuvieron que retirarse de entre la procesión, entre empujones e insultos de un grupo de personas molestas por la prsencia del Presidente Municipal, José Juan Espinosa.
Fue necesaria la intervención de policÃas disfrazados de civiles, para proteger la seguridad del presidente municipal y dirigente de Movimiento Ciudadano.
Este año, mayordomos y fiscales acordaron iniciar la caminata a las ocho de la noche, desde la escalinata de ascenso del santuario de la Virgen de los Remedios, y no del atrio del convento de San Gabriel, como en otras ocasiones.
Asimismo, decenas de peregrinos se colocaron un moño negro en el lado izquierdo del pecho como muestra de reproche hacia el presidente municipal.
Un amplio sector de los católicos desaprobó la intención de José Juan Espinosa Torres de que este año cargaran un farol naranja, el color del partido Movimiento Ciudadano, además del eslogan del ayuntamiento. Dichos faroles de madera fueron rechazados por los fieles que consideraron un intento de lucrar polÃticamente con una tradición y un acto de fe.
Otro grupo está irritado porque el edil utilizó el atrio del convento de San Gabriel para la coronación de la reina de la feria, donde hubo edecanes con vestidos pequeños y entallados, y se cobró una entrada de 350 pesos a una fiesta que en otros años habÃa sido popular y gratuita con respeto a los fieles católicos. A decir de fuentes municipales el Presidente Municipal y su esposa Nancy de la Sierra, menosprecian dichas costumbres por no profesar el catolicismo.
¡Fuera José Juan!, ¡Nadie te quiere¡, ¡Sáquenlo!, ¡Cholula no se vende! y ¡Que se ponga a trabajar! fueron algunas de las frases menos ofensivas que se escucharon en esos momentos. Además de insultos subidos de tono y rechiflas, y basura lanzada en su contra, hubo reclamos hacia el alcalde por su intención de expropiar los terrenos aledaños a la zona arqueológica y por los aumentos en los impuestos a comerciantes.
Ante el riesgo de que los ánimos se desbordaran, un sacerdote pretendió sin lograrlo, calmar a los vecinos, amagando con regresar la imagen de la Virgen de los Remedios a su santuario. “Tranquilos, vamos en procesión, esto no le gusta a la madre santÃsima”, exclamó.
Mientras el presidente caminaba sobre la 2 Sur un grupo de personas alcanzó a lanzarle un golpe y arrojarle basura, mientras policÃas disfrazados de civil intentaban protegerlo.
El alcalde se retiró con su esposa, un empleado de la coordinación de Comunicación y su secretario particular, Juan Pablo Silva Ochoa, quien se mostraba nervioso e incapaz de solucionar el problema y después de retirar a empujones a varias de las personas que encararon a su jefe.
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