Mobbing

Lo que se pretende en último término con este hostigamiento, intimidación o perturbación (o normalmente la conjugación de todas ellas) es el abandono del trabajo por parte de la vÃctima —o vÃctimas—, la cual es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (necesidad de extorsión, ambición de poder, de riquezas, posición social, mantenimiento del statu quo, etc.)
El término mobbing (del verbo inglés to mob, con el significado antes aludido) proviene de la etologÃa, ciencia que estudia el comportamiento de los animales, sobre todo del campo de la ornitologÃa, donde la conducta defensiva de un grupo de pequeños pájaros consiste en el atosigamiento continuado a un enemigo más grande, con frecuencia un ave rapaz. Estos comportamientos en la naturaleza terminan frecuentemente, o bien con la huida, o con la muerte del animal acosado por varios otros.
El cientÃfico sueco Heinz Leymann investigó el fenómeno en la década de 1980, y fue quien utilizó por primera vez el término mobbing para referirse al problema. Otros autores destacados en el estudio del acoso moral y del mobbing son la francesa Marie-France Hirigoyen y el español Iñaki Piñuel y Zabala.
La incidencia poblacional del acoso laboral se calcula que se encuentra entre el 10 y el 15 % del total de los trabajadores en activo. (2)
Diferencias con el sÃndrome de burn-out y el estrés

El mobbing también es confundido con el estrés y tiene paralelismos en sus manifestaciones con el acoso escolar, al que se asemeja en gran medida. En la mayorÃa de los casos, tanto en el acoso escolar como en el laboral, las estrategias que utilizan los acosadores o mobbers son sutiles, como se ha visto más bien de Ãndole psicológica, pues la intención es no dejar rastro o huella del acoso. Lo que se pretende es hacer pasar al acosado, o mobbed, por incompetente, improductivo o problemático y, de paso, no poder ser acusados de nada, debido a la difÃcil demostrabilidad de una agresión de tipo psicológico.
A tales efectos, una táctica muy común es la provocación continuada, a través de la cual se intenta que la vÃctima, debido precisamente a la tensión o estrés a que vive sometida, acabe explotando y en un arranque de ira traicionándose a sà misma, bien de palabra o acto, con lo que ya se ha logrado el pretexto para el castigo o la expulsión, y asà el acosador puede lavarse las manos.

El mobbing puede desembocar en enfermedad profesional, es decir, derivada del trabajo, aunque tanto autoridades como empresas se muestran muy reacias a admitir esta circunstancia como tal.
Carácter objetivable del acoso laboral
El acoso laboral, al producirse, siempre debe ser comprobable. A pesar de que puede llegar a utilizar tácticas muy sutiles y que las conductas de acoso llegan a tener un carácter clandestino, por no dejar excesivas huellas externas, ni contar con testigos dispue

Su definición correcta implica establecer y objetivar el carácter real y fehaciente de una serie de comportamientos que, a pesar de que son habitualmente negados por quienes los practican, se pueden establecer o acreditar externamente por testigos, registros, grabaciones o documentos.
Tales indicadores objetivables muestran que el mobbing no se encuentra tan solo en una especie de mente paranoide o autorreferencial de las vÃctimas, sino que las conductas de hostigamiento que lo originan existen en la realidad, incluso fuera del espacio laboral, trascendiendo a la familia, el hogar y los cÃrculos sociales que frecuenta la persona.
CaracterÃsticas del mobbing
Según el profesor Iñaki Piñuel y Zabala son estrategias habituales en el acoso laboral las siguientes:
Gritar, avasallar o insultar a la vÃctima cuando está sola o en presencia de otras personas.

Sobrecargar selectivamente a la vÃctima con mucho trabajo.
Amenazar de manera continuada a la vÃctima o coaccionarla.
Quitarle áreas de responsabilidad clave, ofreciéndole a cambio tareas rutinarias, sin interés o incluso ningún trabajo que realizar («hasta que se aburra y se vaya»).
Modificar sin decir nada al trabajador las atribuciones o responsabilidades de su puesto de trabajo.
Tratarle de una manera diferente o discriminatoria, usar medidas exclusivas contra él, con vistas a estigmatizarlo ante otros compañeros o jefes (excluirle, discriminarle, tratar su caso de forma diferente).
Ignorarle (hacerle el vacÃo) o excluirle, hablando sólo a una tercera persona presente, simulando su no existencia («ninguneándolo») o su no presencia fÃsica en la oficina, o en las reuniones a las que asiste («como si fuese invisible»).
Retener información crucial para su trabajo o manipularla para inducirle a error en su desempeño laboral, y acusarle después de negligencia o faltas profesionales.
Difamar a la vÃctima, extendiendo por la empresa u organización rumores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación, su imagen o su profesionalidad.
Infravalorar o no valorar en absoluto el esfuerzo realizado por la vÃctima, negándose a evaluar periódicamente su trabajo.
Bloquear el desarrollo o la carrera profesional, limitando retrasando o entorpeciendo el acceso a promociones, cursos o seminarios de capacitación.
Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos a él, como la casualidad, la suerte, la situación del mercado, etc.
Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc.
Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle de algo.
Castigar duramente o impedir cualquier toma de decisión o iniciativa personal en el marco de sus responsabilidades y atribuciones.
Bloquear administrativamente a la persona, no dándole traslado, extraviando, retrasando, alterando o manipulando documentos o resoluciones que le afectan.

Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
Robar, destruir o sustraer elementos clave para su trabajo.
Atacar sus convicciones personales, ideologÃa o religión.
Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad. (2)
El mobbing maternal
No siempre el acoso tiende a la eliminación del compañero o subordinado incómodo. Frecuentemente lo que pretende quien acosa es mostrar a la vÃctima o a los demás su poder, y hacerlo mediante la destrucción de aquel al que va a victimizar. Incluso marcar o mostrar un ejemplo de lo que puede ocurrirle a alguien.
El llamado "mobbing maternal" o, más propiamente, acoso contra las mujeres embarazadas, es uno de estos casos en los que no se busca la destrucción de la vÃctima de forma directa, sino que a pesar de que lo anterior se consiga igualmente, lo que se busca más inmediata y directamente es mostrar un ejemplo de lo que le puede pasar a “la que se atreva a” quedarse embarazada. Es un tipo castigo ejemplarizante que debe servir de aviso para otras mujeres que observan lo que le ocurre a la vÃctima y que de este modo no se atreven ya a quedarse embarazadas.
Según datos de la Fundación Madrina, la mitad de las mujeres que ellos atienden han sufrido mobbing en el momento en que se han quedado embarazadas.
El último Estudio Cisneros (XI), del profesor Iñaki Piñuel y Zabala, recoge que:
- El 18 % de las trabajadoras denuncian que en su organización se producen presiones contra las mujeres por causa de su maternidad.
- El 8 % de las trabajadoras acosadas refieren como causa principal del mobbing su maternidad.
- El 16 % de las trabajadoras acosadas lo son por reclamar derechos laborales que les corresponden.
- El 16 % de las trabajadoras acosadas denuncian acoso simplemente por el hecho de ser mujeres.
Partes implicadas
Perfil habitual de la vÃctima
Personas que tienen mayor probabilidad de ser envidiadas por sus caracterÃsticas personales, sociales o familiares (por su éxito social, su buena fama, inteligencia, apariencia fÃsica).
El mobbing suele afectar a trabajadores perfectamente válidos y capaces, bien valorados y creativos. Muy frecuentemente se trata de adultos superdotados, de forma que suelen ser, paradójicamente, los mejores de la organización.
En otros casos se debe a haberse resistido la vÃctima a participar, colaborar o a "mirar a otro lado" mientras se producÃan "enjuagues", es decir, por aquello que conocen o han presenciado.
Otro perfil es el de aquellos que presentan un exceso de ingenuidad y buena fe y que no saben hacer frente desde el principio a aquellos que pretenden manipularlos o perjudicarlos.
También se elige a la vÃctima debido a su juventud, orientación sexual, ideologÃa polÃtica, religión, procedencia geográfica, etc.
Es muy frecuente que se seleccione a las vÃctimas entre personas que presenten un factor de mayor vulnerabilidad personal, familiar o social (inmigrantes, discapacitados, enfermos, vÃctimas de violencia doméstica, mujeres u hombres atractivos...). En estos casos la posibilidad de hacer frente a los acosadores disminuye, viéndose facilitada la impunidad de éstos.
Las vÃctimas, pues, suelen ser personas con elevada ética, honradez y rectitud, asà como con un alto sentido de la justicia. Personas con alguna caracterÃstica que los distingue, como las ya apuntadas (jóvenes, mujeres, minorÃas...). Personas altamente capacitadas. Personas populares, lÃderes natos. Personas con una elevada capacidad empática, sensibilidad o comprensión del sufrimiento ajeno. Personas con situaciones personales o familiares altamente satisfactorias. Personas en situaciones de alta vulnerabilidad, etc. (4)
Perfil del acosador
ArtÃculo principal: Acosador.
El fin último del acosador es el asesinato psicológico de la vÃctima, y el motivo principal encubrir la propia mediocridad, todo ello debido al miedo y la inseguridad que experimentan los acosadores hacia sus propias carreras profesionales. De este modo se puede desviar la atención o desvirtuar las situaciones de riesgo para ellos, haciendo de las vÃctimas verdaderos chivos expiatorios de las organizaciones. La mera presencia de la vÃctima en el lugar de trabajo desencadena, debido a sus caracterÃsticas diferenciales, una serie de reacciones inconscientes, causadas por los problemas psicológicos previos que presentan los hostigadores. En otras ocasiones, el temor procede de la amenaza que supone para éstos el conocimiento por parte de la vÃctima de situaciones irregulares, ilegales o de fraudes.
Los agentes tóxicos del acoso son en la mayorÃa de los casos los superiores o jefes, apoyados a menudo por esbirros o sicarios. También hay muchos acosadores entre los propios compañeros de la vÃctima, y se calcula que, en un 4% de casos, el mobbing es de tipo ascendente, es decir, del subordinado al superior.
Es frecuente la actuación de los acosadores en grupos o bandas de acoso, y los actos de hostigamiento suelen ser, como se ha visto, gritos, insultos, reprensiones constantes, humillaciones, falsas acusaciones, obstaculizaciones, bromitas, motes... Todo lo cual puede desembocar en el auténtico linchamiento psicológico de la vÃctima, que si es practicado entre todos los trabajadores es muy difÃcil de probar, por lo que el asesinato psicológico habrá resultado perfecto. (5)
La exposición a estas conductas de hostigamiento reales y observables no es algo casual sino plenamente causal o intencional puesto que quien acosa intenta, con mayor o menor consciencia de ello, un daño o perjuicio para quien resulta ser el blanco de esos ataques, muy especialmente el amilanamiento y la quiebra de su resistencia psicológica a medio plazo. Todo proceso de acoso psicológico en el trabajo tiene como objetivo intimidar, reducir, aplanar, apocar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente a la vÃctima, con vistas a anularla, someterla o eliminarla de la organización, que es el medio a través del cual el acosador canaliza y satisface una serie de impulsos y tendencias psicopáticas.
No es infrecuente encontrar (aunque no es siempre el caso) que esa necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir que suelen presentar los hostigadores, procede de una serie de tendencias psicopatológicas o de personalidades mórbidas o premórbidas. Estas psicopatÃas corresponden a autopromotores aberrantes, maquiavélicos, narcisistas o paranoides, que aprovechan la situación que les brindan los entornos más o menos turbulentos o desrregulados de las modernas organizaciones para cebarse sobre sus vÃctimas.
Con todo, los agresores abusan y se prevalen corrientemente de su posición de poder jerárquico formal, pero del mismo modo recurren a su poder de tipo informal (los poderes fácticos) dentro de la organización para remediar sus frustraciones a través de la violencia psicológica sobre otros, compensar sus complejos o dar rienda suelta a sus tendencias más agresivas y antisociales.
Profesiones más afectadas
Son profesionales más frecuentemente afectados los funcionarios y el personal laboral contratado de las administraciones públicas (central, regional o local), los trabajadores de la enseñanza primaria, media o universitaria, informáticos, auditores, los trabajadores de la salud, cuidadores de guarderÃas y escuelas infantiles, personal de hostelerÃa y turismo, personal de bancos e instituciones financieras, asà como los miembros de organizaciones denominadas ideológicas (instituciones y organizaciones caritativas o religiosas, partidos polÃticos, sindicatos). En general, todo el sector de los servicios resulta afectado en mayor proporción. (6)
Ejemplos
Según la Plataforma contra la corrupción y el acoso en la universidad pública española, el acoso laboral en este ámbito es muy frecuente. La endogamia, el acoso y el caciquismo no es que sean frecuentes en la universidad española: son su modus vivendi habitual, afirma Guillem Bou, miembro fundador de esta plataforma. (7)
La empresa France Télécom está siendo investigada por los numerosos suicidios registrados recientemente entre los trabajadores de esta empresa. La empresa, que querÃa reducir plantilla pero no podÃa despedir a muchos trabajadores por ser funcionarios, llevó a cabo una campaña de desmotivación de los mismos para conseguir que renunciaran voluntariamente a su trabajo. Se investiga si el estrés y depresión general que se generó fue tan grande que cuarenta y seis de los trabajadores afectados se suicidaron y otros quince lo intentaron. (8) (9)
Consecuencias psicológicas y laborales
Véase también: Trastorno por estrés postraumático.
Lento deterioro de la confianza en sà misma y en sus capacidades profesionales por parte de la vÃctima.
Proceso de desvaloración personal.
Desarrollo de la culpabilidad en la vÃctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
Somatización del conflicto: enfermedades fÃsicas.
Insomnio, ansiedad, estrés, angustia, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación con la pareja, depresión.
Inseguridad emocional, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
Mella en la autoestima.
Trastorno por estrés agudo.
Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador. (10)
Otras consecuencias:
Agresividad con la familia.
Aumento de la conflictividad con la familia.
Aumento de las enfermedades de los hijos y problemas escolares.
Retraimiento de la vÃctima con la familia y amigos.
Abandono de los amigos y rechazo por parte del entorno de la vÃctima, cansados de la "obsesión" con el problema laboral. «No te quejes, que nosotros no estamos mejor: el puteo va con el sueldo».
Falta de apoyo de los familiares ante los intentos de la vÃctima de hacer frente a la situación, legal o psicológicamente.
Estigmatización social en los sectores de actividad laboral próximos. (11)
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la vÃctima de la organización de manera voluntaria o forzosa. Otras consecuencias pueden ser el traslado, o incluso el pase a situación de incapacidad permanente. La recuperación definitiva de la vÃctima suele durar años y, en casos extremos, no se recupera nunca la capacidad de trabajo.
«En muchos casos, el mobbing persiste incluso después de la salida de la vÃctima de la empresa, con informes negativos o calumniosos a futuros empleadores, eliminando asà la empleabilidad externa de la vÃctima. Se trata de una especie de re-mobbing». (6)
Legislación por paÃses
EspañaArtÃculo principal: Acoso laboral (España).
En el Código Penal de España, el acoso laboral está tipificado dentro de los delitos de torturas y contra la integridad moral. Se entiende por tal: «El hostigamiento psicológico u hostil en el marco de cualquier actividad laboral o funcionarial, que humille al que lo sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa a la dignidad».
La reforma también trata de dar respuesta penal a la aparición de conductas acosadoras de hostigamiento y abuso, en la mayorÃa de los casos con fines especuladores, como cuando se trata de forzar a alguien a irse de su casa, independientemente de que ésta sea propia o arrendada.
El acoso se regula expresamente como una forma de coacción que, de probarse, acarrea penas de «un año y nueve meses a tres años de prisión, o multa de 18 a 24 meses». (12) (13)
En junio de 2011, en virtud de la resolución del Ministerio de PolÃtica Territorial y Administración Pública, de 05/05/2011, el gobierno aprobó un reglamento para regular el acoso laboral en la Administración. De acuerdo con dicha resolución, actuaciones como mantener a un funcionario sin trabajo u ordenarle tareas inútiles; reprenderle reiteradamente delante de otras personas; difundir rumores falsos sobre su profesionalidad o vida privada; tomar represalias si ha protestado por la organización del trabajo, etc., serán consideradas acoso laboral. (14) (15)
Bolivia
En Bolivia, la Nueva Constitución PolÃtica del Estado Plurinacional de Bolivia, prohÃbe todo tipo de acoso laboral. Sección III, ArtÃculo 49.
Se han llevado a cabo juicios a nivel Tribunal Constitucional de la Justicia en los que las vÃctimas de acoso laboral salieron favorecidas.
La DefensorÃa del Pueblo también defiende este tipo de causas y los casos que son presentados reciben trato justo.
Respuesta activa al mobbing
Véase también: Ciberacoso#Estrategias para afrontar y defenderse del acoso.
Según Iñaki Piñuel, el reproche más frecuente que se dirigen a sà mismas las vÃctimas del acoso laboral es «no haber hecho frente a tiempo al problema. La negación del problema suele ser el primer y principal obstáculo para comenzar a darle respuesta y solución», de manera que se pretende hacer frente cuando ya es demasiado tarde. Esta negación o inhibición ante el problema se produce cuando el afectado percibe, sÃ, «una amenaza extraordinaria para su integridad», pero «cuyo afrontamiento efectivo es percibido como extremadamente doloroso». Se deja pasar el tiempo con la ilusión de que éste lo remedia todo, pero la experiencia práctica apunta a todo lo contrario: lo que se produce en realidad es el «enquistamiento» del problema. Por tanto, es muy necesario plantar cara de manera decidida desde el primer momento, ya que «el mecanismo destructivo del hostigamiento psicológico no puede operar cómodamente contra una vÃctima activa y asertiva que da respuestas. (...) El acosador requiere para su actuación de la paralización de la vÃctima desde el principio y que ésta no haga nada. El mecanismo perverso del mobbing requiere y cuenta con esta parálisis.» De esta manera, se aconseja al trabajador y a las organizaciones que lo apoyan:
Tomar conciencia del derecho a la dignidad en el trabajo.
Labor preventiva.
Información.
Asistencia, apoyo y entrenamiento en la respuesta activa por parte de especialistas.
Evitar a toda costa el retraso en la solución del problema.
Este retraso en el afrontamiento activo del problema, asà como la llamada "reacción poliánica" ('no querer ver el mal', 'no pensar mal', 'no criticar', 'no hacer daño a nadie') para Iñaki Piñuel lo único que consiguen es facilitar el camino al acosador hacia nuevas agresiones y nuevas vÃctimas.16
Según Nora RodrÃguez, otras acciones recomendables son ser menos previsible, actuar con decisión cuando alguien evite el contacto directo y solo se vale de indirectas, no discutir inútilmente ni recurrir a amenazas, no implicar a otros gratuitamente con sus comentarios y mantenerse firme y hablar siempre delante de testigos. (17)
Estrategias personales para superar el mobbing
Identificar el problema del mobbing como tal: formarse e informarse sobre el problema.
Documentar y registrar las agresiones de que se es objeto desde el inicio.
Hacer públicas las agresiones que se reciben en la intimidad y en secreto y comunicarlas a compañeros, jefes, directivos, asesores, pareja, amigos y familiares.
Desactivarse emocionalmente: evitar reaccionar ante los ataques.
Controlar y canalizar la ira y el resentimiento (la ira es la aliada del acosador): evitar explosiones de ira.
Hacer frente al mobbing: el afrontamiento hace recular al hostigador, que es cobarde en el fondo.
Dar respuesta a las calumnias y crÃticas destructivas con asertividad (sin pasividad ni agresividad).
Proteger los datos, documentos y archivos del propio trabajo y guardar todo bajo llave, desconfiando de las capacidades manipulativas de los hostigadores.
Evitar el aislamiento social: salir hacia afuera y afrontar socialmente la situación del acoso.
Rechazar la inculpación sin aceptación ni justificación mediante la extroyección de la culpabilidad.
No intentar convencer o cambiar al hostigador.
No caer en la inhibición: contar a otros el acoso. Hablar del tema del acoso, comunicarlo, escribirlo, relatarlo, etc.
Desarrollar la empleabilidad propia: incrementar la formación y capacitación profesional.
Ir conscientemente el acosado a la baja laboral o a la renuncia voluntaria antes de permitir ser destruido psÃquicamente.
Solicitar desde el principio asesoramiento psicológico especializado.
Solicitar consejo legal para hacer valer y defender los derechos propios.
Desarrollar la autoestima autónoma como vacuna contra el acoso.
Desarrollar el poder curativo del humor.
Permitirse llorar por el daño propio.
Perdonar al acosador, como forma de liberación final. (18)
BibliografÃa
Referencias
↑ Word Reference. Como sustantivo, recibe asimismo la acepción de "turba", "mafia".
↑ a b Piñuel, Iñaki: Mobbing. Manual de autoayuda. Ed. Aguilar - Madrid, 2003 ISBN 84-03-09380-2 p. 27-29
↑ Diario El PaÃs, 31/01/2010.
↑ op. cit. p. 36-40
↑ op. cit. p. 43-46
↑ a b op. cit. p. 34
↑ www.corruptio.com
↑ France Télécom pagaba más a sus directivos por desmotivar a los trabajadores
↑ Diario El PaÃs, 09/04/2010
↑ op. cit. p. 31-32
↑ op. cit. p. 43
↑ El Gobierno aprueba el proyecto de ley de reforma del Código Penal
↑ Texto actualizado. Código Penal de España,B.O.E.
↑ Resolución B.O.E. de 05/05/2011
↑ Diario El PaÃs, 04/06/2011
↑ op. cit. p. 195 y ss.
↑ Rodriguez, Nora, "Moobing. Vencer el acoso moral", Planeta prácticos, Barcelona 2002. Página 7
↑ "Mobbing: manual de autoayuda." Iñaki Piñuel y Zabala. Ed. Aguilar. Madrid, 2003. Páginas 251-252.
Libros
Piñuel, Iñaki (2009) (en español). Liderazgo Zero.. Lid. ISBN 978-84-835-6101-0.
Piñuel, Iñaki (2008) (en español). Mobbing, el estado de la cuestión.. Gestión 2000. ISBN 978-84-966-1292-1..
Piñuel, Iñaki (2008) (en español). Mi jefe es un psicópata. Por qué la gente normal se vuelve perversa al alcanzar el poder.. Alienta.. ISBN 978-84-935-8273-9..
Piñuel, Iñaki (2008) (en español). La dimisión interior. Del sÃndrome postvacacional a los riesgos psicosociales en el trabajo.. Pirámide.. ISBN 978-84-368-2162-8..
Lafont Nicuesa, Luis (2008) (en español). El delito de acoso moral en el trabajo. LibrerÃa Tirant lo Blanch, S.L.. ISBN 978-84-9876-208-2.
Correa Carrasco, Manuel (2007) (en español). Los medios de tutela frente al acoso moral en el trabajo. Editorial Comares, S.L.. ISBN 978-84-9836-190-2.
Navarro Nieto, Federico (2007) (en español). La tutela jurÃdica frente al acoso moral laboral. Editorial Aranzadi, S.A.. ISBN 978-84-8355-424-1.
Correa Carrasco, Manuel (2006) (en español). Acoso moral en el trabajo: concepto, prevención, tutela procesal y reparación de daños. Editorial Aranzadi, S.A.. ISBN 978-84-9767-664-9.
Piñuel, Iñaki (2004) (en español). Neomanagement. Jefes tóxicos y sus vÃctimas.. Aguilar. ISBN 978-84-0309-514-7.
Piñuel, Iñaki (2003) (en español). Mobbing. Manual de autoayuda.Claves para reconocer y superar el acoso psicológico en el trabajo.. Editorial Aguilar. ISBN 978-84-03-09380-5.
Hirigoyen, Marie-France (2001) (en español). El acoso moral, el maltrato psicológico en la vida cotidiana. CÃrculo de Lectores, S.A.. ISBN 978-84-226-8313-1.
Piñuel, Iñaki (2001) (en español). Mobbing, Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo. Sal Terrae. ISBN 978-84-2931-410-5.
0 Comentarios