Alfonso Ponce de León/Intolerancia
La Casa de la Mujer, creada por el presidente municipal Enrique Doger Guerrero para atender y ayudar en su superación a mujeres solteras, casadas y en algunos casos vÃctimas de maltrato, ha cumplido su función de proporcionar todos los conocimientos necesarios para dar otra esperanza de vida, tanto social como moral y económica.
Lo malo de esto es que el mobiliario para su aprendizaje lo sacaron del cuarto de los trebejos, alguien pensó que invertirle a ese departamento serÃa un mal negocio, la verdad es otra, el agradecimiento de todas las que han aprendido un oficio es a prueba de elecciones; ahora bien, imagÃnense si por lo menos les renuevan su equipo de cómputo, que de verdad da lástima.
Lo más malo
La PMP entre el abandono y el cumplimiento del deber La PolicÃa Municipal Preventiva (PMP) está en quiebra, asà lo indican sus instalaciones y su parque vehicular no renovados desde la administración municipal pasada.
La mañana del martes, en un arranque de desesperación, decenas de policÃas determinaron parar labores de manera momentánea para exigir la intervención directa del presidente municipal Enrique Doger Guerrero, para que cambien sus precarias condiciones de trabajo; además pidieron la renuncia inmediata de Andrés Pacheco, hermano del secretario del sindicato del ayuntamiento de Puebla, quien ostenta el cargo de supervisor en el taller de la empresa Reyes Huerta y de la contadora Patricia Morales RÃos, encargada del área de Control Vehicular de la comuna.
Ambos personajes fueron acusados de bloquear las reparaciones de los vehÃculos patrullas, además de que se dijo deberÃan de ser investigados por los negocios turbios que pudieran tener con la empresa automotriz, luego de que la reparación de un vehÃculo que en cualquier taller es de 3 mil a 3 mil 500 pesos la aumentan hasta 18 mil y todavÃa les dicen que “le bajen a sus pretensiones de reparación” porque en caso contrario darÃan de baja la unidad, sin importarles que algunas de estas sean modelo 2005.
El paro que no duró ni cuatro horas fue convocado en lo que queda de las instalaciones del sector 4, que se ubica en la colonia La Pedrera, en medio de patrullas en mal estado, del piso destrozado y por lo mismo anegado de lodo, los uniformados no pidieron mejoras a su incremento salarial, tampoco a sus prestaciones, mucho menos a sus seguros de vida, lo que pidieron fue muy sencillo y a la vez importante, mejoras en sus condiciones de trabajo.
Un policÃa miró de reojo a su patrulla y en tono irónico espetó: “este ni un vendedor de droga lo utilizarÃa”; mientras que otro mostraba las llantas ponchadas de al menos dos unidades y otro más abrió su patrulla para decir que era un nido de ratones y no por quienes llegan a subir sino por el deterioro en sus vestiduras, en los sillones, en otras palabras son los vehÃculos que si salieran a la venta nadie los iba a comprar por más de 5 mil pesos. Hay puertas que están amarradas con alambre para que puedan cerrar.
El “orgullo” del ayuntamiento de Puebla, los escudos que identifican a las patrullas, ocultan abandono, corrupción, negligencia e incluso omisión de autoridades municipales, esto a sólo siete meses de que termine la administración municipal.
Uno de tantos preventivos preocupados precisa que las patrullas necesitan de manera urgente frenos, llantas, alineación, balanceo, entre otras cosas, porque corren el riesgo de accidentarse al momento de acudir a un servicio o de causar daños a terceros; sin embargo, dice que eso a sus jefes no les importa: “sólo les hemos servido de trampolÃn polÃtico”; dicen los quejosos al referirse a los tres secretarios que en esta administración municipal pasaron.
Nada más para que el lector se dé una idea de lo que provocó el paro de policÃas, en el sector 2 de la PMP no hay suficientes patrullas para cubrir los servicios de vigilancia, al grado de que en zonas como la colonia Jardines de San Manuel, donde la inseguridad se disparó, es necesario que los policÃas realicen sus recorridos a pie; tan sólo en ese sector funcionan catorce patrullas, ocho están en el taller para reparación y otras cuatro —descompuestas— están en su base.
Para el recorrido de mil colonias que se ubican en la Angelópolis, la PMP utiliza 90 unidades, de éstas 45 están en malas condiciones, además de que de las restantes unas sirven para la supervisión, otras para el traslado de los “jefes” y otras más para los mandados; asà las cosas, cómo es posible que se espanten por la oleada de asaltos a negocios, casas habitación, transeúntes, automovilÃsticas, entre otros.
Pero si esto no termina de asustarlo le comento que además del deterioro de los vehÃculos se encuentra la falta de recursos para el trabajo de los uniformados, principalmente en lo que corresponde a la gasolina, para cada patrulla que realiza recorridos de seguridad por 24 horas, les entregan vales por 35 litros, para las camionetas 60, lo que afecta a la vigilancia porque los chóferes de las patrullas, para economizar prefieren estar parados y esperar alguna llamada de auxilio.
Un vehÃculo Neón 2005 habilitado como Patrulla se encuentra descompuesto, su reparación, de acuerdo a Andrés Pacheco y a Patricia Morales, es de 18 mil pesos, pero ya les dijeron a los encargados que le bajen a sus pretensiones de reparación o darán de baja en forma definitiva la unidad; estos mismos uniformados fueron a un taller particular y esta misma reparación fue cuantificada de 3 mil a 3 mil 500 pesos.
Entonces, estará usted de acuerdo conmigo de que se debe de auditar a la empresa automotriz y a los dos servidores públicos municipales. El reportero interesado en el tema les recordó a los uniformados que dÃas antes del paro el secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Rolando López Villaseñor, realizó un recorrido por cada uno de los sectores para detectar qué hacÃa falta y como consecuencia llevó un grueso expediente ante el presidente municipal para pedir mejoras a las instalaciones y la respuesta fue que quienes guiaron al recién funcionario municipal lo hicieron por lo oscurito, todo lo barrieron y limpiaron; nadie le dijo de los vehÃculos y la bomba estalló al inicio del proceso electoral para elegir a presidente municipal.¿Qué tal?
Ana MarÃa Mora trabaja como taquimecanógrafa del Juzgado Segundo de lo Penal en la ciudad de Tehuacán, desde hace varios meses decidió abandonar a sus cuatro hijos y vivir en amasiato con David Juárez DomÃnguez, quien en ese mismo juzgado es secretario de los procesos impares —casado por supuesto— y quien presume de ser todo un “Don Juan”.
¿Cómo le gustarÃa que abordáramos el caso? Primero le comento que la ley orgánica del Poder Judicial impide que esposos o concubinos trabajen en el mismo juzgado y ambos personajes arriba mencionados viven muy juntitos, en una casita, lejos de sus respectivas parejas.
Primero, Ana MarÃa dejó a sus cuatro hijos, la más joven de 17 años, sin preocuparse si estudian, comen o en qué condiciones están viviendo; la tarea se la dejó a MartÃn RodrÃguez Carreón, quien aún no se ha decidido a actuar legalmente, que de hacerlo su aún esposa podrÃa pasarla muy mal en la cárcel, el delito de abandono de persona no tiene genero, se castiga igual a hombres y mujeres.
Segundo, David decidió también abandonar a su mujer, bueno, aún no se sabe si la dejó o vive con ambas, en distintas casas; por supuesto, el “big love”, no llega aún a Puebla, sin importarle las consecuencias, de hecho dice que a sus jefes se los pasa por donde a sus novias, ya estuvo alguna vez en Huejotzingo y la historia no fue distinta, es un “rompe corazones”. El escándalo de un “bufalo de la noche tehuacanero” salió a relucir porque ambos tortolitos se han dado a la tarea de hacer el uno dos, en el arte de las tranzas.
Es lógico, sus jefes no están enterados; primero porque la recién creada parejita viola la ley organiza del Poder Judicial; luego porque les debe dar vergüenza abandonar a sus hijos para darle rienda suelta a la hilacha; y tercero porque les conviene tranzar y estar juntos, asà les alcanza el dinero. Además, nadie de ese juzgado olvida la madriza que se llevó Ana MarÃa cuando la esposa de David se enteró del engaño. Luego le sigo contando.
Seguro usted ya se olvidó del exsubdirector operativo metropolitano de la PolicÃa Judicial del Estado (PJE), Román MartÃnez Ponce, quien la noche del lunes 6 de agosto fue abruptamente despedido de su cargo, amén de que en ese mismo momento se le inició una investigación tras ser relacionado en actos de corrupción.
Usted debe de recordar que la oficina de prensa de la procuradurÃa General de Justicia (PGJ) habÃa reproducido verbalmente el informe de la procuradora Blanca Laura Villeda MartÃnez, en el sentido de que al exservidor público le abrieron una averiguación previa para que fuera investigado por delitos que van incluyen la protección a miembros de la delincuencia organizada.
También recordará que alguien corrió el rumor de que Román Leandro MartÃnez Ponce ya habÃa escapado, alguien más dijo que habÃa cruzado la frontera de los Estados Unidos y que se encontraba radicando con sus primos en Nueva York; la verdad fue distinta, el exsubdirector de la PJE nunca escapó ni se fue, estaba preparando su venganza, la humillante forma en que fue despedido la iba a cobrar.
MartÃnez Ponce apareció al medio dÃa del lunes, llegó a las instalaciones de Casa Aguayo, para ser precisos a las oficinas de don Gustavo Enciso, quien es uno de los asesores del secretario de Gobernación; iba acompañado de su abogada, quien le aconsejó que no hablara con los reporteros que trataron de entrevistarlo, no era la primera vez que MartÃnez Ponce quedaba mudo ante la cascada de acusaciones en su contra.
¿Qué llevo a MartÃnez Ponce a buscar un área administrativamente más arriba que la ProcuradurÃa General de Justicia? ¿De verdad pensará el excomandante Román que la procuradora va a acatar alguna orden para que lo reinstalen en su cargo? ¿De verdad pensará que sólo basta una recomendación para que todo quede como “borrón y cuenta nueva”? ¿Qué sabe Román MartÃnez Ponce como para que le permitan regresar?
Por cierto, le comento que antes del 6 de agosto Román MartÃnez Ponce no dejó de presumir que él habÃa participado como testigo principal en el caso de Lidia Cacho Ribeiro y que no dejaba de presumir que a él le debÃan todo, aunque muchos dicen que el comandante en el momento de los hechos enmudeció.
Al final Román MartÃnez busca regresar, no se sabe con exactitud si en su contra existe una investigación, si se encuentra amparado o si busca intercambiar información confidencial por su cabeza. Le sugiero que esté pendiente, el escándalo Román Leandro apenas comienza.
PiraterÃa protegida por lÃderes y funcionarios municipales corruptos
Aún no envejece la noticia del desmantelamiento de los principales laboratorios clandestinos que operaban en el mercado La Cuchilla, elaborando miles de discos y fonogramas “piratas” para su venta hasta en el Distrito Federal y no faltó quien dijera que existen comerciantes de este tipo de negocios ilÃcitos que son protegidos por las mismas autoridades federales y en otros casos hasta municipales.
Un ejemplo claro es el mega negocio de venta de discos y pelÃculas piratas que opera con la protección y el respaldo del director del mercado 5 de Mayo, ubicado en pleno centro de la ciudad; negocio que incluso está protegido tras la caseta de seguridad del mismo mercado y que opera con toda la impunidad, al grado de que las bocinas que utiliza tienen un volumen más alto que cualquier otro negocio, es plena muestra de que cuenta con el permiso para trabajar, ¿Quién cree usted que se lo entrega?
Pero no solamente funcionarios, ya sea federales, estatales o municipales se están beneficiando con la venta de “piraterÃa”, también existen lÃderes como doña Carmen, una de las “comadres” que permite que su sobrino apodado “El Pita” opere con otro mega negocio de este tipo, ubicado en la 12 Poniente y la 5 Norte, donde dejan clara muestra de impunidad.
Pero al final estos negocios pululan, principalmente en áreas donde se ubican mercados municipales, La Acocota, uno de estos, el Venustiano Carranza y otros más donde los directores son los principales ganones. ¿De a cómo estarán las rentas?
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