Miradas en la noche
La UAP publica una serie de estudios sobre la prostituciĆ³n en Puebla, prĆ”ctica que en la ciudad pasĆ³ de los burdeles y zonas rojas a hoteles, “estĆ©ticas” y discotecas.
e-consulta
La prostituciĆ³n en Puebla como sucede en otras partes del paĆs y del mundo, se ha diversificado, extendido y en una buena parte se maneja como toda una empresa. Afecta el entorno en el que se desenvuelve, tiene un origen milenario y se mueve entre la dualidad y la doble moral.
La prostituciĆ³n en Puebla como sucede en otras partes del paĆs y del mundo, se ha diversificado, extendido y en una buena parte se maneja como toda una empresa. Afecta el entorno en el que se desenvuelve, tiene un origen milenario y se mueve entre la dualidad y la doble moral.
AsĆ lo establece el libro “Miradas en la Noche. Estudios sobre la prostituciĆ³n en Puebla” editado por la Universidad AutĆ³noma de Puebla y coordinado por la doctora en Historia, Gloria Tirado Villegas, que expone las investigaciones de un grupo de acadĆ©micos del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades y la Facultad de FilosofĆa y Letras en torno al tema.
El texto es resultado de meses de investigaciĆ³n de campo, de lectura de cientos y cientos de pĆ”ginas que alberga el Archivo Municipal, de libros y periĆ³dicos que abordan este tema tan controvertido, asĆ como de discusiones teĆ³ricas y planteamientos que revelan parte de la historia de la Puebla de noche.
Mercadotecnia y sexoservicio
Actualmente, la mercadotecnia tambiĆ©n estĆ” presente en la venta del cuerpo, segĆŗn revela el estudio que realizĆ³ el maestro Gabriel Montes Sosa, quien analizĆ³ el funcionamiento de los “table dance” y cĆ³mo ofrece sus sexoservicios.
Al respecto, dijo que los medios de comunicaciĆ³n escritos son ahora una vĆa para este comercio, donde el lenguaje se articula con la venta del cuerpo, al ofrecer servicios de masaje o “ejecutivo” con adjetivos publicitarios como “sumisa”, “dominante” o “cariƱosa”, que expresan “no fumo” o “pido dinero”, lemas a los que se aƱade la edad y la condiciĆ³n fĆsica. Y en algunos casos hasta la foto de la sexoservidora.
En el capĆtulo titulado: “En los juegos del deseo el sexoservicio en Puebla,” Montes Sosa seƱala que el comercio sexual ahora se ha extendido al internet y el telĆ©fono.
En el negocio del deseo, la contrataciĆ³n y los contactos son diferentes y no siempre interviene la relaciĆ³n carnal por temor al SIDA, explicĆ³ la doctora en Historia, Gloria Tirado, al exponer que los conceptos y la oferta sexual se han diversificado, mientras que los negocios dedicados a esta actividad aumentan. “Ahora podemos encontrar a las chicas que con playeras mojadas pegadas al cuerpo, lavan autos, bailan y ofrecen sexoservicio”.
Por su parte, el investigador Manlio Barbosa Cano, aborda el crecimiento de las zonas de prostituciĆ³n. Centrada aƱos atrĆ”s en el Barrio de San Antonio ahora se extiende hasta la 6 Poniente, Paseo Bravo, zĆ³calo, y en colonias como La Paz, Emiliano Zapata, Bulevar Valsequillo y los lĆmites entre Puebla y Tlaxcala, entre otros.
Esta actividad, exclusiva de bares, cantinas, cabarets, burdeles y accesorias de vecindad, con los aƱos se extendiĆ³ a hoteles, moteles, “estĆ©ticas”, discotecas, salones de baile, baƱos pĆŗblicos y otros que operan disfrazados, seƱala Barbosa Cano en su estudio “La prostituciĆ³n en Puebla. Antecedentes, caracteres y alternativas de tratamiento”.
Expone que en las Ćŗltimas dĆ©cadas del siglo XX, la prostituciĆ³n de homosexuales empieza a ser pĆŗblica y las denuncias aparecen en los periĆ³dicos, con el titulo de “tipos raros”, que hacen del zĆ³calo de la ciudad y el Paseo Bravo su lugar de reuniĆ³n, quienes con el tiempo empiezan a desplazar a las prostitutas.
La prostituciĆ³n, sostiene Cano Barbosa, se considera un tipo de esclavitud, donde se engaƱa, se vende y se explota a las mujeres. Con niƱos de y en situaciĆ³n de calle, se favorece el aumento de la prostituciĆ³n, en el que se involucra a niƱas cada vez de menor edad, asĆ como a indocumentadas.
Asimismo, hace un anĆ”lisis de las polĆticas pĆŗblicas que surgen para atender esta actividad, asĆ como la apariciĆ³n de sexo-empresas, las cuales si bien reducen la actividad callejera, se convierten en Ć”reas donde prolifera la delincuencia y el trĆ”fico de drogas, donde las mujeres se transforman en modernas esclavas por deudas y contratos firmados.
La reglamentaciĆ³n
El trato que se da a este oficio a lo largo de la historia es diverso. Mientras que en algunas sociedades se prohĆbe, en otras se tolera y para otras mĆ”s es un oficio respetable, expone la doctora Elba Rivera GĆ³mez.
Rivera GĆ³mez seƱala que a travĆ©s de los aƱos se han estableciendo diversos sistemas jurĆdicos para prohibir y castigar estas conductas con fines de control sanitario y policiaco; para agruparlas en determinados lugares y zonas. Pero tambiĆ©n con la finalidad de que las prostitutas paguen impuestos.
De hecho, la investigadora concluye en su anĆ”lisis que “mientras mĆ”s avanza econĆ³micamente una sociedad, mĆ”s complejas son las redes de propagaciĆ³n de la prostituciĆ³n”.
Transformaciones
La prostituciĆ³n modifica el entorno y causa problemas a quienes viven cerca de donde se ejerce, un ejemplo claro fue el barrio de San Antonio, sitio que durante dĆ©cadas sufriĆ³ las consecuencias, al convertirse en la primera zona de tolerancia de la ciudad de Puebla.
Por ello, y ante los cambios que un lugar de esta naturaleza provoca, la doctora en Historia Gloria Tirado Villegas decidiĆ³ investigar cĆ³mo funcionaba y quĆ© pasaba con los vecinos, lo que quedĆ³ registrado en el capĆtulo “De un barrio de naturales a una zona de tolerancia”.
“Aunque la zona roja, estaba en la 3 Norte y 5 de Mayo, entre las avenidas 20 y 32 Poniente, el problema se extendĆa a las calles aledaƱas, donde primero la vida de noche y despuĆ©s la de no tan noche, fue trastocando la vida cotidiana de los avecindados”.
“Miradas en la noche: estudios sobre la prostituciĆ³n en Puebla”, es un libro con informaciĆ³n profunda y detallada, producto de un trabajo minucioso, fuera de posiciones moralistas. Es una investigaciĆ³n acadĆ©mica que buscĆ³ desentraƱar los espacios donde se ha ejercido la prostituciĆ³n en nuestra ciudad.
0 Comentarios